¿Es posible experimentar paz genuina en un mundo lleno de violencia, enfermedad y dolor? En este mensaje, el Dr. Stanley nos explica que la respuesta es un rotundo “¡Sí!”.
Bosquejo del Sermón
La paz es el regalo que Cristo ofrece a cada creyente, aunque quizás no siempre podamos sentirla. Esto es en realidad una muy buena noticia. En el mensaje de esta semana, el Dr. Stanley nos ayuda a entender lo que en realidad se requiere para aceptar y vivir en esta gran bendición.
Pasaje clave: Juan 14.1, 27
Lecturas de apoyo: Juan 16.33; Efesios 2.14; Colosenses 2.9, 10
Dios ha hecho posible que podamos tener paz, aun cuando enfrentemos las dificultades más grandes, y desea enseñarnos cómo podemos hacerlo.
► “El Señor desea que no solo tengamos paz de vez en cuando, sino en todo momento”.
Aunque los grandes conflictos de este mundo traten de impedirnos que tengamos serenidad, Dios nos ha prometido una paz interna.
Juan 14 es “el capítulo de consuelo” en las Sagradas Escrituras.
Jesucristo conoce nuestras dificultades y sabe que buscamos la paz (Jn 14.1, 27).
Cuando el Señor nos dice “No se turbe” (Jn 14.1), se refiere a que podemos escoger.
La preocupación no tiene que controlarnos, pues Jesucristo nos ofrece su paz (Jn 14.27).
► “Aunque las dificultades y el temor nos acosen, no tenemos que rendirnos ante ellos. Podemos vencerlos si estamos dispuestos a tomar una decisión muy sabia”.
¿Cómo podemos tener paz inquebrantable?
1. Debemos tener una relación personal con Jesucristo.
El Señor declara: “para que en mí tengáis paz” (Jn 16.33).
El Espíritu de Cristo mora en cada uno de sus seguidores (Lea Juan 15.4).
El apóstol nos recuerda que Cristo “es nuestra paz” (Ef 2.14).
Los creyentes en Cristo reciben los beneficios de tener una relación con Dios por medio de su Hijo (Col 2.9, 10).
2. La confianza en su regalo.
Si bien confiamos en Jesucristo como nuestro Salvador, también debemos estar convencidos de que podemos contar con la paz que nos ofrece en cualquier situación.
Si reconocemos que su paz mora en nosotros, podremos avanzar sin rendirnos ante las situaciones difíciles.
► “Una cosa es tener el regalo de la paz en nosotros, y otra muy diferente es poder experimentarla”.
3. La obediencia.
Una relación con el Señor debe ser edificada sobre la fe y la obediencia.
Cuando no sintamos paz, debemos preguntarnos si estamos en el centro de la voluntad de Dios.
Un espíritu obediente es lo que nos permite experimentar paz en medio de los problemas.
Cualquier forma de rebeldía afectará nuestra fe.
La paz es un regalo práctico, el cual se nos da para cuando lo necesitemos.
El grado en el que nos rendimos a Cristo y obedecemos su voluntad es el mismo grado en que experimentaremos su paz.
Al vivir en obediencia al Señor, confiando en Él momento tras momento, y día tras día, tenemos la opción de escoger vivir con paz. Este es un regalo que ya se nos ha dado.
Después de ver el sermón
¿Tiene paz hoy? Analice su vida con sinceridad para determinar si hay alguna desobediencia en su corazón, la cual puede estorbar el regalo que Cristo ha dispuesto para usted.
¿Le resulta difícil confiar en que Jesucristo le ha dado paz? ¿Cuál cree usted que sea la razón?
