Cuando nos sentimos molestos o agraviados, una de las cosas más peligrosas que podemos hacer es reprimir nuestro rencor, ira y hostilidad. Es un acto de rebelión negarse voluntariamente a renunciar al resentimiento y al derecho a vengarse. En este mensaje, el Dr. Stanley comparte las consecuencias de guardar rencor y explica cómo superarlo.