Siempre pagamos el precio de nuestra ira y podemos incluso arrastrar a nuestros hijos con ella, pues la ira puede transmitirse de generación en generación. En este mensaje, el Dr. Stanley explica cómo podemos determinar si nuestra ira es justa o pecaminosa, y cómo manejarla. También describe maneras inapropiadas de manejar esta emoción volátil.
Sermón de Radio
Al invertir en la eternidad I
Aunque no sea misionero, usted tiene un papel importante a la hora de compartir el evangelio con los que le rodean.