Vida eterna: Usted puede estar seguro

Bosquejo del Sermón

VIDA ETERNA: USTED PUEDE ESTAR SEGURO

PASAJE CLAVE: 1 Juan 5.13

LECTURAS DE APOYO: Mateo 12.31, 32; 28.19, 20 | Juan 3.16; 5.24; 6.37-40; 10.27-29 | Hechos 16.3 | Romanos 5.6-8; 6.3-5, 23; 8.16, 33-39; 10.9 | Efesios 2.8, 9 | Hebreos 7.25; 9.11, 12; 12.7, 8 | 1 Juan 1.9

INTRODUCCIÓN

Si muriera hoy, ¿está convencido de que irá al cielo y que posee vida eterna?

Para algunas personas esta pregunta es perturbadora, pues les hace dudar y temer; pero los que profesan que Jesucristo es su Señor y Salvador pueden responder confiados con un “sí”. Sin embargo, hay algunos cristianos que no tienen la seguridad de su salvación y están llenos de dudas a pesar de las enseñanzas que encontramos en la Biblia en relación a este tema. Dios desea que sus hijos vivan confiados en que los ha salvado, en vez de estar llenos de dudas y temor acerca de su destino eterno.

DESARROLLO DEL SERMÓN

El apóstol Juan reveló el propósito que tenía al escribir su primera epístola: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (1 Jn 5.13). A lo largo de su carta provee rasgos que caracterizan a los creyentes verdaderos, para que pudieran estar convencidos de su salvación.

La vida eterna es un regalo de Dios que recibimos por medio de la fe en Jesucristo. Comienza en el momento en que somos salvos y continúa hasta la eternidad, cuando estemos en el cielo con Dios, los ángeles y con aquellos que han sido salvos a lo largo de la historia de la humanidad. La salvación es solo para quienes han reconocido su condición pecaminosa y han depositado su fe en Jesucristo, al aceptar que la obra que el Señor realizó en la cruz es suficiente para otorgarnos el perdón de nuestros pecados. Sin fe en Cristo, no hay vida eterna.

La diferencia entre la seguridad eternal y la seguridad de la salvación

La seguridad eternal consiste en la garantía que Dios da de que una vez que hemos recibido la vida eterna nunca la perdemos. Cada creyente verdadero en Cristo posee esa vida para siempre. La seguridad de la salvación, es la confianza mental y el entendimiento espiritual de que poseemos vida eterna.

La seguridad eternal de un creyente en Cristo es un hecho que nunca cambia, pero la seguridad de la salvación puede fluctuar. Pueden existir cristianos genuinos que no tengan la seguridad de ser salvos. Algunos afirman que la carencia de esa seguridad es lo que Dios desea para nuestra vida, pues nos motiva a esforzarnos más, a orar más y a depender más de Él, mientras nos alejamos del pecado. Pero eso no es verdad. El Señor desea que vivamos con la seguridad de la vida eterna y no que seamos atormentados por las dudas. Ni la salvación, ni nuestra perseverancia en la fe dependen de nuestras obras. Tanto la una como la obra se basan en la gracia de Dios y no en nuestros esfuerzos.

Razones por las que las personas dudan de su salvación.

• No han aceptado a Cristo en realidad. Quizás simpatizan con el Señor, tienen una buena conducta moral, asisten al templo y hasta dicen que Jesucristo es el Señor y Salvador de su vida. Sin embargo, no se han entregado a Él genuinamente. Muestran tener rasgos cristianos, pero nunca han depositado su fe en Cristo. Ni tampoco el Espíritu Santo mora en su corazón para asegurarles que son hijos de Dios (Ro 8.16).

• Quizás hay pecado en sus vidas. La desobediencia viene a ser un obstáculo en nuestra comunión con Dios y nos hace sentir alejados de su presencia. Esto trae como resultado que nos sintamos inseguros. Dios disciplina a los creyentes cuando pecan, pero nunca los rechaza ni condena (He 12.7-8).

• Se les ha enseñado falsas doctrinas. Algunas iglesias enseñan que la salvación se puede perder si la persona peca mucho o si no guarda ciertas reglas. Es decir, enfatizan nuestro esfuerzo para mantener la salvación. Para muchos cristianos es difícil salirse de esas enseñanzas. La única manera es aprender lo que la Biblia nos dice y vivir en la verdad.

• Puede que sientan dudas como consecuencia de poner demasiado énfasis en las emociones y no en la Verdad. Algunos se dejan llevar por la ola de emociones que sienten durante un servicio de adoración, pero una vez que se termina no cuentan con un fundamento sólido en la verdad para cimentar sus vidas. Sin conocimiento de la Biblia, estos creyentes son movidos por sus emociones, las cuales pueden hacerles dudar de su salvación.

• Escuchan, pero no creen en las enseñanzas de la Palabra de Dios. Puede que aquellos que dudan de su salvación digan creer en la Biblia, pero la incertidumbre que sienten hacia lo que el Señor nos enseña en su Palabra sobre la vida eterna prueba lo contrario. Al depender de sus sentimientos, prácticamente dicen que Dios es un mentiroso, aunque no es lo que expresan con sus palabras.

• A veces sus dudas son causadas por un ataque satánico. El diablo siempre desea que los cristianos dudemos del Señor y de su Palabra. El enemigo siembra la idea de que los pecados del pasado o del presente pueden hacer que Dios nos condene. Como Satanás es el acusador y el padre de las mentiras, los creyentes en Cristo debemos discernir cada pensamiento o sentimiento con las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.

• Se sienten inseguros acerca de su vida eterna al no poder identificar el día y la hora en que fueron salvos. Esta es una idea humana. La Biblia no nos dice que esto es un requisito para ser salvos. Puede que algunos recuerden cada detalle de su conversión, mientras otros no.

• Se sienten inseguros acerca de su vida eterna al no poder identificar el día y la hora en que fueron salvos. Esta es una idea humana. La Biblia no nos dice que esto es un requisito para ser salvos. Puede que algunos recuerden cada detalle de su conversión, mientras otros no.

• Otra razón para sentir inseguridad, es pensar que no han seguido el proceso correcto para ser salvos. Dios trae a las personas a Cristo de diversas maneras. La salvación es el resultado de la obra que el Espíritu Santo hace en nuestro corazón, y no está basada en el método externo que usamos.

• Las dudas pueden surgir cuando nos negamos a obedecer a Dios en ciertas áreas. En ocasiones los cristianos justificamos nuestras desobediencia cuando la voluntad de Dios es difícil de seguir. El bautismo es un ejemplo. A los creyentes se nos ordena bautizarnos al ser salvos como testimonio de nuestra conversión, y para representar cómo hemos muerto con Cristo al pecado y resucitado con Él para tener una nueva vida (Ro 6.3-5).

• Algunos se preocupan de haber cometido el pecado que no puede ser perdonado. Jesucristo habla de esta blasfemia en contra del Espíritu Santo en Mateo 12.31, 32. Se aplica a la generación que vivió en los días de Cristo, pues rechazaron al Mesías. No se aplica para nuestros tiempos. Todos aquellos que confiesan sus pecados y depositan su fe en el Hijo de Dios para ser perdonados, son salvos.

La base para la seguridad de la salvación.

• Las irrevocables promesas de Dios (Jn 3.16; 5.24; 6.37-40; 10.27-29).

• El amor incondicional de Dios (Ro 5.6-8; 8.33-39).

• La obra terminada de Cristo en la cruz (Heb 7.25; 9.11, 12).

• El testimonio del Espíritu Santo (Ro 8.16).

REFLEXIÓN

• ¿Hay ocasiones en las que duda ser salvo? De ser así, ¿con cuáles de las razones mencionadas anteriormente se identifica más?

• ¿Su confianza en la seguridad de la vida eterna fluctúa según sus emociones, o por el contrario está cimentada en la Palabra de Dios?

• Si lucha con la incertidumbre acerca de su salvación, lea la primera epístola de Juan. Fue escrita para que supiéramos si en verdad somos hijos de Dios.