En este mensaje, el Dr. Stanley explica por qué la cruz y la resurrección son las dos verdades fundamentales del cristianismo. Sirven como recordatorios de cómo Dios cumplirá su promesa de que el Señor Jesucristo volverá, y nos da a los cristianos un sentido de impaciencia por su regreso. Hasta entonces, podemos mantenernos ocupados al amar, dar y servir al Señor.
Bosquejo del Sermón
En ocasiones el mundo en el que vivimos puede llegar a ser perturbador. Por eso debemos recordar que no pertenecemos a este mundo. Hoy, el Dr. Stanley reflexiona en cómo la cruz y la resurrección nos dan la seguridad de la promesa de la vida eterna.
Pasaje clave: Filipenses 3.17-21
Lecturas de apoyo: Hechos 1.10, 11; Romanos 10.9; 1 Corintios 15.58; Filipenses 3.20, 21; Hebreos 9.27; 1 Pedro 1.3, 4; 1 Juan 3.1-3; Apocalipsis 20.11-15
Sin importar las creencias de las personas, o lo que piensan que es significativo para ellos, lo más importante para cada ser humano es su relación personal con Jesucristo y la vida eterna. Estos dos aspectos están asegurados por la cruz y la resurrección.
► “‘Es Dios quien ha escrito su nombre en el Libro de la Vida”.
La cruz y la resurrección de Jesucristo…
Son dos verdades cruciales para los seres humanos.
Muestran la condición de la humanidad y la manera en la que debemos vivir.
Pablo nos exhorta al compartir…
Su ejemplo (Fil 3.17).
Una descripción del mundo en el que vivimos (v. 18, 19).
La reconfortante verdad de que somos ciudadanos del reino celestial (v. 20, 21).
Para convertirnos en ciudadanos del cielo, debemos nacer de nuevo. Eso significa que debemos…
Reconocer nuestra pecaminosidad e incapacidad de salvarnos a nosotros mismos.
Creer que Jesucristo pagó en la cruz la deuda que teníamos por nuestros pecados.
Recibir el sacrificio que hizo por nosotros.
Comprender que las buenas obras no nos darán la entrada al cielo.
Confiar en que somos seguidores de Jesucristo, y que nuestros nombres están inscritos en el Libro de la Vida del Cordero (Lc 10.20).
Aceptar que tenemos vida eterna, a diferencia de aquellos que pasarán su eternidad en el Lago de Fuego (Ap 20.11-15).
► “Servimos a Dios al servir a otros”.
Los seguidores de Jesucristo…
Contamos con la seguridad de una herencia eterna (1 P 1.3, 4).
Podremos recibir más recompensas celestiales al invertir nuestras vidas en amar, dar y servir a otros, mientras esperamos con expectativa el regreso de nuestro Rey (Fil 3.20).
Tenemos evidencias de que el Señor vivió, murió, resucitó, ascendió al cielo, y regresará por nosotros (Hch 1.10, 11).
Seremos transformados, para recibir cuerpos glorificados (Fil 3.21; 1 Jn 3.1-3).
Imitaremos a Cristo al amar, dar y servir.
► “En su maravillosa sabiduría, Dios proveyó un camino para llegar al cielo, y ese camino es posible para cada ser humano”.
Como creyentes en Jesucristo, nunca debemos olvidar que…
Solo viviremos una vez en este mundo, y después de la muerte vendrá el juicio (He 9.27).
La única forma en la que podemos estar preparados para ese momento, es reconociendo el sacrificio que Cristo hizo en la cruz y creyendo en su resurrección (Ro 10.9).
Después de ver el sermón
¿Se siente exhortado al reconocer que somos ciudadanos de un reino que no es de este mundo? ¿Ha podido comprender mejor esta verdad después de escuchar el sermón de hoy?
Dedique tiempo esta semana para considerar la pregunta que hace el Dr. Stanley: ¿Cuánto tiempo dedica para pensar en Jesucristo y cómo puede servirle más?