¿Sabe usted quién es Jesús?

Bosquejo del Sermón

¿SABE USTED QUIÉN ES JESÚS?
PASAJE CLAVE: Mateo 1.18-21
LECTURA DE APOYO: Génesis 1.26 | Ezequiel 18.20 | Mateo 5.5, 11, 12, 43, 44;

10.34; 18.20; 20.27; 25.31-46 | Marcos 8.34-37 | Lucas 1.34, 35; 24.47 | Juan 1.1-5; 8.56-59; 10.27-30; 12.42-45; 14.6-9, 13; 17.24 | Hechos 3.5-7; 4.10-12 | Romanos 3.23; 6.23; 8.28 | Filipenses 2.9-11 | Colosenses 1.14-16 | Hebreos 1.1, 2; 9.27
INTRODUCCIÓN

¿Quién es Jesús?

Quizás no se les enseñó lo que la Biblia dice acerca de la vida cristiana, o nunca hayan considerado lo que Dios desea para ellos como hijos suyos. Sin embargo, al leer las Sagradas Escrituras, podemos darnos cuenta de que el Señor tiene un plan específico para cada persona.
DESARROLLO DEL SERMÓN

Jesucristo vivía antes de ser concebido en el vientre de su madre.

La existencia de Cristo no comenzó en el momento en el que nació. Ya existía desde la eternidad pasada; pero en el momento indicado vino al mundo en forma humana, aunque nunca perdió su deidad.

• Génesis 1.26 En la creación dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. La pluralidad en el pronombre personal revela que las tres personas de la Trinidad estaban juntas en el momento de la creación: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
• Juan 1.1 La preexistencia de Cristo se confirma también en el Nuevo Testamento. Juan se refiere a Él como el Verbo: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.
• Juan 8.58 Cuando Jesucristo habló ante los líderes judíos, les declaró que ya estaba vivo antes de Abraham: “Antes que Abraham fuese, yo soy”.
• Juan 17.24 En su oración, el Señor declara que el Padre le amaba mucho antes de la creación: “me has amado desde antes de la fundación del mundo”.

El Padre y el Hijo lo crearon todo.

Las constelaciones y la Tierra fueron creadas y establecidas en un orden perfecto por el Dios trino. Los siguientes versículos testifican del rol de Cristo en la creación:

• Juan 1.3 “Sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.
• Colosenses 1.16 “Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles… todo fue creado por medio de Él y para Él”.
• Hebreos 1.2 “En estos postreros días (Dios) nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”.

Jesucristo nació de una madre terrenal y un Padre celestial.

Sin el nacimiento virginal no existe la salvación para el ser humano (Lc 1.34, 35). Para saldar la deuda del pecado del hombre, Dios requería un sacrificio perfecto, pero toda persona desde Adán ha nacido con una naturaleza pecaminosa. Sin embargo, como Jesucristo fue concebido por el Espíritu Santo en el vientre de una virgen, no heredó una naturaleza de pecado. Solo Él vivió una vida perfecta y, por consiguiente, fue el único que podía morir por los pecados del mundo.
Jesucristo era tanto Dios como el Hijo de Dios.

A lo largo de su ministerio se puso al mismo nivel que su Padre celestial.

• Juan 10.30 “Yo y el Padre uno somos”.
• Juan 12.44 “El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió”.
• Juan 12.45 “Y el que me ve, ve al que me envió”.
• Juan 14.7 “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais”.

Uno de los propósitos de la primera venida de Cristo fue darnos una mejor comprensión de Dios. Vino al mundo como hombre visible para reflejar “la imagen del Dios invisible” (Col 1.15).
A menudo las enseñanzas de Jesucristo eran desconcertantes.

Para muchos, sus declaraciones no tenían sentido, antes ni ahora. Pero si obedecemos sus enseñanzas seremos testimonios vivos de Cristo para todos los que nos ven.

• Mateo 5.11, 12 “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”.
• Mateo 5.44 “Pero yo os digo: ‘Amad a vuestros enemigos…y orad por los que os persiguen’”.
• Mateo 20.27 “Y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo”.
• Marcos 8.34 “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”.
• Marcos 8.35 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará”.
• Mateo 5.5 “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”.
• Mateo 10.34 “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada”.

En ocasiones seguir a Cristo implica que las personas se alejen de nosotros, pues no aceptan el compromiso que tenemos con el Señor.

Todos estos mandamientos y bendiciones requieren un corazón humilde que esté dispuesto a rendirse a Cristo, para que nos use de la manera que quiere hacerlo.
El nombre de Jesucristo es único.

Aunque muchos hacen uso del nombre de Cristo en vano, la Palabra de Dios le atribuye poder y honor a su nombre.

• Filipenses 2.9-11 “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre”. Los creyentes reconocemos esto y lo hemos recibido como nuestro Señor. Pero en el juicio final, aún aquellos que le rechazaron se arrodillarán y confesarán que es el Señor.
• Lucas 24.47 El evangelio de arrepentimiento y perdón de pecados debe ser proclamado “en su nombre… en todas las naciones”.
• Juan 14.13 Cristo les dijo a sus discípulos: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré”.
• Mateo 18.20 También prometió que “donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
• Hechos 3.6 Cuando Pedro sanó a un hombre cojo, le dijo: “en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”.
• Hechos 4.12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.

Jesucristo volverá como Rey y Juez de toda la humanidad.

• Mateo 25.31 Cuando Cristo regrese para sentarse “en su trono de gloria” y juzgar la Tierra, separará a las naciones como un pastor separa a las ovejas de los cabritos.

REFLEXIÓN

• Cuando usted escucha el nombre de Cristo Jesús, ¿qué pensamientos vienen a su mente? ¿Qué siente en su corazón?
• ¿Ha tratado de explicar quién es Cristo a personas que no lo conocen?
• ¿Qué nuevas verdades aprendió que le permiten tener un mejor entendimiento del Señor Jesucristo? Mientras se deleita en contemplar su Majestad, levante una oración de alabanza y gratitud a Él.