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Sermón de TV

Nuestro mejor amigo

El Señor Jesús es realmente su mejor amigo.

5 de noviembre de 2022

En este mensaje, el Dr. Stanley ofrece referencias bíblicas que muestran que el Señor Jesucristo fue amigo de distintos tipos de personas. ¿Sabía usted que Él también puede ser su mejor amigo?

Bosquejo del Sermón

NUESTRO MEJOR AMIGO
PASAJE CLAVE: 
Juan 15.12-17
LECTURAS DE APOYO: Mateo 26.49, 50 | Lucas 5.19, 20 | Lucas 7.33, 34 | Lucas 12.1, 4 | Juan 11.1-11 | Juan 15.12-17 | Romanos 5.10
INTRODUCCIÓN

Sin importar cuán bueno sea un amigo, siempre existirán desacuerdos y decepciones.
Es algo normal en las relaciones humanas. Pero los cristianos contamos con un amigo que es superior a todos los demás; nos referimos al Señor Jesucristo. No solo es nuestro Creador, Rey soberano y Salvador, sino que también es nuestro mejor amigo. Nunca nos dejará, ni nada podrá separarnos de su amor.

DESARROLLO DEL SERMÓN

Nos cuesta trabajo aceptar el hecho de que Jesucristo pueda ser nuestro amigo, dado que su grandeza no tiene límites; pero Él no tiene problema alguno en vernos como tal. Mientras vivió en este mundo como ser humano, se refirió a muchos con el título de “amigo”.

  • Lucas 5.19, 20. Cuando unas personas que traían a un paralítico para que fuera sanado por Jesucristo no pudieron entrar al lugar donde estaba, bajaron al hombre por un hueco del tejado. Y al ver su fe les dijo: “Amigo, tus pecados quedan perdonados” (Lucas 5.20 NBV).
  • Lucas 7.33, 34. Los fariseos y saduceos se ofendieron porque el Señor se reunía con los pecadores. Lo acusaron, diciendo: “Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores” (Lucas 7.34).
  • Lucas 12.4. En otra ocasión Cristo les dijo a sus discípulos: “Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer”.
  • Juan 11.11. Cuando Jesucristo escuchó que su amigo Lázaro estaba enfermo, dijo a sus discípulos: “Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle”.
  • Mateo 26.49, 50. La ocasión más impactante en la que el Señor se dirigió a una persona con el título de amigo, fue cuando Judas se acercó a Él para entregarle. “Y Jesús le dijo: ‘Amigo, ¿a qué vienes?’ Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron” (v. 50).

Cómo expresa Jesucristo su amistad

En Juan 15.12-17 se nos da una maravillosa descripción de cómo Jesucristo demuestra su amistad hacia nosotros.

  • Con su amor abnegado. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15.13). Ha habido personas dispuestas a dar su vida para salvar a otros, pero el sacrificio de Cristo es mucho mayor. Cuando alguien entrega su vida por otros, casi siempre lo hace como un acto espontáneo, durante un momento de gran peligro. Por el contrario, Jesucristo planificó dar su vida por nosotros desde antes de la fundación del mundo. Nos amó mucho antes de que naciésemos y murió en la cruz para rescatarnos del pecado, a pesar de que aún éramos sus enemigos (Romanos 5.10). A diferencia de aquellos que mueren para salvar la vida física de otros, la muerte del Señor en la cruz nos rescató de la condenación eterna y nos dio vida eterna.
  • Al tomar la iniciativa en la relación. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Jn 15.16). Nadie puede escoger por sí mismo ser amigo de Cristo; solo Él es quien toma la iniciativa. No nos escogió como amigos porque fuésemos dignos, ni por nuestras buenas obras. La única razón por la que podemos ser amigos del Señor es por lo que hizo por nosotros. Nuestro único rol es responder al llamado del Espíritu Santo a reconocer nuestros pecados y a clamar por misericordia y salvación.
  • Por el efecto revolucionario de su amor. “Este es mi mandamiento: ‘Que os améis unos a otros, como yo os he amado’” (Juan 15.12). “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos” (Juan 15.14, 15). Nuestra vida fue transformada por completo desde el momento en el que fuimos salvos. Se nos dio un corazón y un espíritu nuevo. Pudimos relacionarnos con Cristo de una manera diferente por completo, pues hemos venido a ser sus amigos. Esta transformación se caracteriza por una vida de obediencia y por el amor que demostramos tener hacia los demás.
  • Al revelarnos verdades divinas. “…pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15.15). Mientras Jesucristo estuvo con sus discípulos, les reveló verdades eternas que no hubieran podido llegar a conocer de otra manera. Estas enseñanzas solo se las dio a los que llamaba amigos. Después de la ascensión del Señor, el Espíritu Santo les recordó a los discípulos todo lo que Jesucristo les había dicho, y es por eso que contamos con estas enseñanzas en la Biblia.
  • Al desafiarnos. “Yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca” (Juan 15.16). El fruto que Jesucristo desea que llevemos como amigos suyos consiste en las cualidades internas del fruto del Espíritu (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza) y las buenas obras que ha preparado de antemano para nosotros. En otras palabras, nos desafía a llegar a ser la persona que desea que seamos y a alcanzar lo que nos tiene preparado.

Razones por las que Jesucristo es nuestro mejor amigo

  • Nos acepta tal y como somos, pero no nos deja de esa manera.
  • Siempre tiene tiempo para nosotros y nunca está demasiado ocupado.
  • Nos habla por medio de su Palabra escrita.
  • Nos escucha cuando oramos.
  • Nos perdona y nos justifica en su perfecta justicia.
  • Nos comprende en nuestras debilidades y dificultades.
  • Camina con nosotros en medio de las pruebas.
  • Está siempre disponible para satisfacer nuestras necesidades en cualquier circunstancia.
  • Es sincero y no trata de ocultarse. Nos ha revelado sus pensamientos y sus caminos en su Palabra.
  • Es sensible y nos conoce mejor que nosotros mismos.
  • Nos exhorta a lo largo de toda nuestra existencia.
  • Es paciente para con nosotros en nuestras batallas y debilidades personales, y nos guía en nuestro crecimiento espiritual.
  • Es bondadoso. Todo lo que tenemos proviene de Él, incluyendo nuestra vida.
  • Nos anima durante tiempos de necesidad, por medio de sus hijos y de su presencia en nuestra vida.
  • Siempre es veraz y nunca nos engaña.
  • Siempre es fiel. Lo que dice, lo hará.
  • Está comprometido con nosotros y cumplirá sus promesas.
  • Nos confronta cuando pecamos porque nos ama.
  • Desea lo mejor para nosotros. En ocasiones eso significa que tiene que reajustar nuestros planes, para que vengan a ser similares a los suyos.
  • Nos ama sin condiciones. No hay nada que tengamos que hacer para ganar o merecer su amor.
  • Dio su vida por nosotros.
  • Ha preparado un lugar en el cielo para nosotros.
  • Pasará la eternidad con nosotros.

REFLEXIÓN

  • ¿Le cuesta trabajo reconocer que Jesucristo es su amigo? ¿Cuáles concepciones erróneas le impiden disfrutar de esa relación personal por la que el Señor dio su vida?
  • ¿Qué aspectos de la amistad que Cristo nos ofrece son los que le animan y fortalecen?

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