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Sermón de TV

Los fundamentos de la fe

El fundamento básico de la verdad en la vida cristiana es la fe.

7 de octubre de 2023

Nos relacionamos con nuestro Padre celestial y con Jesucristo por medio de la fe. Sin embargo, este aspecto de la vida es uno que muchas personas malinterpretan o les resulta difícil de practicar.

Bosquejo del Sermón

LOS FUNDAMENTOS DE LA FE

PASAJE CLAVE: 2 Corintios 5.1-8

LECTURAS DE APOYO: Proverbios 3.5, 6 | Mateo 7.7, 8 | Juan 17.21, 23 | Hechos 16.30, 31, 33 | Filipenses 4.19 | Hebreos 11

INTRODUCCIÓN

Hay dos creencias determinantes para tener una buena relación con Dios.

Debemos creer que existe, y que es galardonador de aquellos que lo buscan con diligencia (He 11.6). En otras palabras, que hará justo lo que ha prometido. Estas son verdades fundamentales para la vida cristiana, y el camino a seguir para tener una relación personal con Dios, por medio de su Hijo Jesucristo. O confiamos en Él en todo momento al caminar por fe, o dejamos que nuestra mente se llene de dudas y caminamos en temor y ansiedad.

DESARROLLO DEL SERMÓN

El apóstol Pablo en su carta a los corintios, hace un contraste entre la realidad física que hoy vivimos y nuestro futuro eterno que aún no vemos (2 Co 5.1-8). La única manera en la que podemos reconciliar estas dos realidades es al “caminar por fe y no por vista” (2 Co 5.7). Debemos aprender a confiar en Dios en medio de las dificultades y necesidades, aunque nuestros ojos nos muestren que estamos ante una situación desalentadora.

¿Qué es la fe?

Para comprender lo que significa caminar por fe, primero debemos entender lo que se quiere decir en la Biblia cuando se usa este término. En el griego del Nuevo Testamento se usan dos palabras al hablar de la fe:

  • La primera significa creer que lo que alguien ha dicho es verdad.

  • La segunda implica no solo creer y confiar, sino hacer un compromiso con esa declaración o persona.

La segunda es la fe que salva. Creemos en la Palabra de Dios (el evangelio); depositamos nuestra confianza en su verdad y nos comprometemos con el Señor. Solo entonces podemos caminar por fe en medio de cualquier situación; pues confiamos en que, sin importar lo que suceda, nuestro Dios es suficiente.

La Biblia usa tres palabras para describir este concepto: fe, creencia y confianza. En el idioma griego, todos estos son términos que implican acción. Producen una acción interna que impulsa nuestra voluntad y nos mueven hacia la acción. En el capítulo 11 de Hebreos, se elogian a 19 personas por lo que hicieron por su fe, como resultado de haber confiado en Dios.

La fe es la plena convicción de que Dios es quien dice ser y que hará lo que dice. Es una inquebrantable e inconmovible certeza, que está basada en su Palabra. Solo Dios basta como objeto de nuestra fe.

¿Qué significa andar por fe?

Pablo usa el término “andar” para indicar conducta y estilo de vida. En vez de permitir que nuestra vida sea dirigida por lo que vemos, sentimos o razonamos, debemos dejar que cada paso que demos esté basado en nuestra confianza en el Señor. Esto incluye los siguientes aspectos:

  • Dependencia en la dirección del Señor. Debemos comenzar cada mañana en oración, con una actitud de dependencia, confiando en Él con todo nuestro corazón, y no apoyarnos en nuestra propia prudencia (Pr 3.5, 6).

  • Supremacía de Jesucristo en nuestros pensamientos. Él es la esencia de nuestra vida y quien vive en nosotros, por medio de su Espíritu. Todo lo que hacemos debe tener el propósito de agradarle a Él, y no a nosotros mismos o a otros. Él ha prometido estar con nosotros en medio de toda prueba, dificultad y tempestad.

  • Sumisión a Dios. Andar por fe es una vida de sumisión a Dios y a su voluntad en nuestras vidas. Jesucristo nos dio el ejemplo al vivir en completa sumisión a su Padre celestial, y oró para que pudiéramos llegar a ser uno con Él y el Padre (Jn 17.21, 23). La sumisión no solo consiste en depender del Señor ante aquello con lo que no podemos lidiar, sino en rendir cada aspecto de nuestra vida a Él. Si reconocemos que Jesucristo tiene control absoluto de todo lo que sucede, somos liberados de la angustia y el estrés, pues descansamos por completo en su cuidado amoroso.

  • Libertad de los requisitos legalistas. Tan pronto como recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador, comenzamos a preocuparnos por tener una buena conducta, pero a medida que crecemos en la fe, nuestro enfoque cambia. En vez de preocuparnos por los tropiezos que podamos encontrar, debemos mantener nuestra mirada en Cristo, y confiar en que nos protegerá, nos proveerá y nos guiará. Nunca debemos poner nuestro enfoque en las enseñanzas de aquellos que se llaman a sí mismos profetas, sino solo en Cristo, quien nos liberó del temor y del legalismo.

  • Aumento de nuestra confianza en Dios. El Señor nos ha dado muchas promesas en la Biblia; sin embargo, en ocasiones cuando oramos, pareciera como si no cumpliera su Palabra, pues no nos ha dado lo que esperábamos. Pero ese no es el caso, pues nos ama y conoce lo que es mejor para nuestra vida. Para que podamos poner toda nuestra confianza en Jesucristo, debemos creer estas tres verdades:

    • El amor de Dios es perfecto.

    • Dios es infinito en sabiduría y nos conoce del todo.

    • El Señor es soberano y tiene el control absoluto.

Mientras más crecemos en la fe, aquello que antes nos causaba ansiedad, ya no nos perturba, porque hemos aprendido que el Señor puede controlar cualquier cosa que se interponga en nuestro camino. El crecimiento de nuestra fe es un proceso que continúa a lo largo de nuestra vida. Si oramos de acuerdo a la Palabra de Dios, y observamos cómo responde nuestras oraciones, nuestra fe en Él aumentará. Durante los tiempos difíciles es cuando aprendemos que nada es imposible para nuestro Señor.

¿Cómo aprendemos a andar por fe?

  • Al hacerle una petición a Dios. Al observar su respuesta y responderle con gratitud, otra capa es añadida a nuestro cimiento de fe en Cristo.

  • Al leer la Biblia. No podemos confiar en Dios si desconocemos lo que ha declarado acerca de sí mismo. Al crecer en nuestro conocimiento de la Biblia, aprendemos a comprender más de la naturaleza, obras, voluntad y promesas de Dios. Al aplicar lo que hemos aprendido, esas verdades se convierten en el cimiento de nuestra fe en Él y nos ayudan a comprender lo que Él está haciendo en nuestra vida.

  • En medio de los fracasos. Es fácil desanimarnos ante los fracasos, pero esto también puede llegar a ser el camino para tener una gran fe si nos arrepentimos, aceptamos el perdón de Dios, nos levantamos, y por su gracia comenzamos a caminar de nuevo en obediencia.

  • En medio de los problemas. El Señor usa las dificultades y sufrimientos para edificar nuestra fe. Nuestra fe no aumenta al estudiar libros, sino al enfrentar las pruebas, las cuales nos purifican y nos transforman a la imagen de Cristo. Ya que durante los tiempos de gran necesidad es cuando aprendemos de la fidelidad de Dios.

Los cristianos nos basamos en el sólido fundamento de nuestra fe en Jesucristo. Nos basamos en ella con la firme convicción de que el Señor es el único Dios verdadero, quien siempre cumplirá sus promesas y hará realidad su Palabra.

REFLEXIÓN

  • ¿Cuán fuerte es su fe? ¿De qué manera su confianza en Dios se ve afectada por lo que ve, siente o razona?

  • ¿Hay algo en su vida que no pueda sobrellevar? ¿Qué necesita hacer para confiar en Dios ante esos aspectos?

  • ¿Cuál es su primera reacción ante los desafíos? ¿De qué manera andar por fe acalla sus temores y afanes?

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