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Sermón de TV

La promesa de sanar

En este mensaje, el Dr. Stanley señala pasajes bíblicos que destacan la disposición de Dios de restaurar nuestra salud.

1 de febrero de 2025

Así como la sanidad física jugó un papel significativo en el ministerio terrenal del Señor Jesucristo, esta sigue siendo importante para Él hoy. El Dr. Stanley usa ejemplos personales de milagros modernos y señala pasajes bíblicos que destacan la disposición de Dios de restaurar nuestra salud.

Bosquejo del Sermón

Todos hemos experimentado alguna enfermedad o lesión, bien sea en nuestro cuerpo o en el de un ser querido. Es en esos tiempos de incertidumbre y temor cuando nos sentimos tentados a preguntarnos: ¿Por qué será que Dios no siempre sana a sus hijos? Hoy, el Dr. Stanley nos ayuda a entender lo que la Biblia nos enseña en relación a este complejo tema.

Pasaje clave: Santiago 5.13-18

Lecturas de apoyo: Génesis 20.17, 18; Éxodo 23.25; Salmo 107.20; Isaías 53.4, 5; Mateo 8.14, 15; 14.34-36; Hechos 3.2, 6, 7; 28.7, 8; 1 Corintios 1.14-17; 12.9; 2 Corintios 12.7-10; 2 Timoteo 4.19, 20

De todas las promesas de Dios, aquellas relacionadas con la sanidad son las más difíciles de creer y comprender.

► “Nuestro bienestar se encuentra en la muerte expiatoria de Cristo. Sin embargo, no todo lo que recibiremos por medio de su muerte llega en esta vida”.

Lo que dice el Antiguo Testamento acerca de la sanidad:

  • Dios trajo infertilidad a la casa de Abimelec como consecuencia de la presencia de Sara. Cuando Abraham oró por las mujeres, Dios las sanó y pudieron tener hijos (Gn 20.17, 18).

  • En el Antiguo Testamento, el pecado casi siempre iba acompañado de enfermedad. Su pueblo sería sanado al acercarse a la presencia de Dios (Ex 23.25).

  • La sanidad de Dios no era una promesa vacía. Cuando las personas creían, Él las restauraba (Sal 107.20).

  • Aunque la sanidad viene por medio de la obra que Cristo realizó en la cruz, la sanidad física no está garantizada en todo momento (Is 53.4, 5).

Lo que dice la Biblia acerca de la sanidad por medio de la vida de Jesucristo:

  • Cristo sanó a individuos y a multitudes enteras con un simple toque (Mt 8.14, 15; 14.34-36).

  • Sanar no era su propósito principal, sino solo una señal para mostrar que era el Mesías.

  • Jesucristo nunca cambia (lea He 13.8). Todavía continúa sanando el espíritu, el alma y el cuerpo físico.

Lo que dice la Biblia acerca de los apóstoles y del don de sanidad:

  • Pedro sanó al hombre que estaba a la puerta del templo (Hch 3.2, 6, 7).

  • El apóstol Pablo sanó a varias personas, pero su misión principal era predicar el evangelio (Hch 28.7, 8; 1 Co 1.14-17).

  • La sanidad es uno de los dones espirituales que fue dado a los cristianos para el beneficio de los demás (1 Co 12.9).

  • La restauración física no está siempre garantizada. Cuando el Señor no sana, es importante preguntarnos qué es lo que intenta decirnos (2 Ti 4.19, 20; 2 Co 12.7-10).

► “Si no somos sanados, no significa que Dios no nos ama, sino que hay algo más que desea hacer en nuestra vida”.

Para lidiar con la enfermedad debemos…

  • Poner nuestro enfoque en la manera en la que Dios desea que respondamos.

  • Depender del Señor (y acudir al doctor de ser necesario).

Después de ver el sermón

  • ¿El mensaje de hoy le ha ayudado a comprender mejor la promesa que Dios nos ha dado sobre la sanidad? ¿Qué porción fue la que más le impactó?

  • ¿Ha habido algún momento en su vida en el que oró por sanidad, y no recibió lo que esperaba? ¿Qué aprendió de esa situación?

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