En este mensaje, el Dr. Stanley revela las verdades clave que desmontan las mentiras del enemigo que dicen que no somos dignos de ser amados ni aceptados. Descubra cómo lo ve Dios y aprenda a amarse a sí mismo de la manera en que su Padre celestial ya lo hace.
Bosquejo del Sermón
La paz interior es la clave para recibir a cabalidad todo lo que Jesucristo ofrece a sus seguidores. Esta semana, el Dr. Stanley explica cómo podemos descubrir lo necesario para tener un corazón tranquilo.
Pasaje clave: Salmo 34.14
Lecturas de apoyo: Hechos 24.15, 16; Filipenses 4.7, 19
La paz con nosotros mismos consiste en un alma serena, la cual viene como consecuencia de aprender a aceptarnos tal como el Señor nos ha hecho, y al reconocer que Dios tiene un plan especial para nuestra vida.
► “La voluntad de nuestro Padre celestial es que tengamos paz con nosotros mismos. Búsquela. Vaya tras ella. Y no se rinda hasta alcanzarla”.
Aquellos que carecen de paz interna...
Están en guerra consigo mismos.
No se aman.
Les cuesta aceptar elogios.
No pueden disfrutar de su paz con Dios o con los demás.
Para vivir en paz consigo mismo, es esencial…
1. Recibir a Jesucristo como Salvador personal.
Esto sella nuestro destino eterno.
2. Creer en la soberanía de Dios.
Esto nos protege del temor en relación a nuestra seguridad.
3. Saber que Dios suplirá cada necesidad que tengamos.
La preocupación es compatible con la paz y la fe, pero el temor incontrolable no lo es.
► “No podemos vivir con temor y paz en nuestro corazón al mismo tiempo”.
4. Mantener una conciencia limpia (Hch 24.15, 16).
Hacer caso a nuestra conciencia nos ayuda a no cometer errores que luego nos harán sentir culpables.
5. Aceptarnos tal y como Dios nos creó.
Solo somos responsables por aquello que podemos cambiar. Recordemos que Dios nos creó, y que no se equivoca.
► “Cuando ocurre un cambio en nuestro interior, comenzamos a expresar quiénes somos en verdad. Como hemos descubierto la paz interna, ya no podemos esconderla”.
6. Estar centrados en Cristo, y no en nosotros mismos.
Esto nos ayuda a no ser personas que solo se enfocan en sus propias necesidades personales.
Los que son egoístas no pueden amar a otros, ni mantener relaciones saludables.
Aquellos que han puesto su prioridad en Cristo son sensibles a las necesidades de los demás.
Deseemos solo lo que Él desea y vivamos para agradarlo. De esa manera nos dará una paz interna que va más allá de nuestro entendimiento (Fil 4.7).
Después de ver el sermón
Acepte el desafío del Dr. Stanley de identificar cualquier área en su corazón con la que deba lidiar, mientras continúa su búsqueda de la verdadera paz.
Cada mañana, antes de comenzar su día, dedique tiempo para orar y pedirle al Señor: Padre, ayúdame a comenzar este día en paz. En el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, amén.
