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Sermón de TV

¿La oración influye en Dios?

Acuda a Dios con confianza y seguridad.

13 de agosto de 2022

Como seguidor de Jesucristo, su activo más poderoso y su mayor privilegio es la oración. El Dr. Stanley explica lo importante que es nuestra vida de oración y la razón por la cual Dios quiere que acudamos a Él con confianza y seguridad.

Bosquejo del Sermón

¿LA ORACIÓN INFLUYE EN DIOS?
PASAJE CLAVE:
Mateo 7.7-11
LECTURAS DE APOYO: Éxodo 32.9-14 | 2 Crónicas 7.14 | Salmo 40.1-3 | Isaías 57.15 | Mateo 6.8; 9.37, 38 | Lucas 6.28; 18.1; 22.40 | Juan 14.14; 15.7 | Efesios 1.18, 19 | Filipenses 3.10; 4.19 | Colosenses 4.3, 4 | Santiago 4.2; 5.14, 15 | 1 Juan 5.14, 15
INTRODUCCIÓN

Una de las herramientas más prácticas y poderosas que Dios ha dado a los cristianos es el privilegio de orar, pero con frecuencia la descuidamos, pues no tenemos certeza si influye o no en el Señor.

En lugar de acercarnos a Dios con la confianza de que Él nos escucha y responde, tenemos una vida de oración sin la certeza de que lo hará.

Pero en Mateo 7.7-11, Jesucristo nos dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Para luego asegurarnos de que nuestro Padre celestial nos ama y se preocupa por nosotros. Aún los padres terrenales saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más no nos dará nuestro Padre celestial si le pedimos?
DESARROLLO DEL SERMÓN

Con esta idea en mente, consideremos varios aspectos de la oración que dan respuesta a la pregunta: ¿Por qué Dios nos pide que oremos?
Razones para orar

  1. La oración honra a Dios. “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados” (Is 57.15). Es al humillarnos en oración ante el Soberano del universo que le honramos, al reconocer que Él tiene el control sobre todo y que es la fuente que puede satisfacer nuestras necesidades.
  2. La oración es un medio primario para el crecimiento espiritual. Al leer la Palabra de Dios, orar y obedecer sus enseñanzas, Él iluminará nuestro entendimiento para que podamos crecer en nuestra relación personal con Él. En cambio, una vida sin oración es la senda a la derrota espiritual porque careceríamos del poder de Dios en nuestro andar cristiano.
  3. La oración es un medio para participar en la obra del Señor. La oración que se eleva con un corazón puro, conforme a la voluntad de Dios, es poderosa. Nuestras plegarias de intercesión llegan ante nuestro Padre celestial, quien responde impactando esa vida por la que oramos para que su propósito sea cumplido. Además de bendecir a alguien, el Señor también es glorificado.
  4. La oración es el canal que Dios usa para satisfacer nuestras necesidades. Dios sabe lo que necesitamos aún antes de que lo pidamos (Mt 6.8). Pero al pedirle su provisión le honramos al reconocer que dependemos por completo de Él para suplir nuestras necesidades.

Exhortaciones a orar

  • Lucas 6.28: “orad por los que os calumnian”.
  • Lucas 22.40: “orad que no entréis en tentación”.
  • Mateo 9.37, 38: “a la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.
  • Efesios 1.18, 19: Ore que, “alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza”.
  • Colosenses 4.3, 4: “Orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar”.
  • Santiago 5.14, 15: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”.

Promesas relacionadas con la oración

  • Juan 14.14: “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”. Eso no significa que con tan solo decir al final de la oración “en el nombre de Cristo”, vamos a recibir todo lo que le pidamos. Orar en su nombre significa que nos hemos sometido bajo su autoridad, y que aquello que pedimos está de acuerdo con su voluntad.
  • Juan 15.7: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. El cumplimiento de esta promesa depende de que permanezcamos en Jesucristo y de que su Palabra tenga un lugar prominente en nuestra vida.
  • 1 Juan 5.14, 15: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.

Respuesta a la oración

Dios no siempre contesta nuestras oraciones de manera inmediata, y quizás no veamos los resultados de nuestras plegarias en este mundo, pero el Señor es siempre fiel. Seamos pacientes.

  • Salmo 40.1-3: “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová”.

Preguntas acerca de la oración

1. Si Dios conoce mis necesidades, ¿para qué orar? Nuestras peticiones no tienen el propósito de informar al Señor, pero al pedirle que provea, demostramos una completa dependencia en Él como nuestra única fuente de ayuda.

2. Si Dios ya ha predeterminado lo que hará, ¿para qué orar?

a) Aunque el Señor sabe lo que sucederá, nosotros no. Por ejemplo, no sabemos si sanará a un amigo enfermo, por lo que debemos continuar intercediendo hasta que comprendamos su voluntad.

b) Nuestras oraciones pueden ser el medio que nuestro Padre celestial use para cumplir su predeterminado plan.

3. ¿Acaso el éxito de los decretos eternos de Dios depende de nuestra oración? No. Un decreto eterno es una decisión que el Señor ha determinado seguir desde antes de la creación. Hay cosas que Dios hará de todas formas; pero de igual manera debemos ser fieles en la oración. Si no lo hacemos, tendremos una vida sin fruto ni poder.

4. ¿Acaso la oración cambia el parecer de Dios? No. Existen pasajes bíblicos, como Éxodo 32.9-14, que indican que el Señor cambió de parecer después de que Moisés intercediera por Israel. Pero de hecho fue Dios quien motivó a Moisés a clamar por misericordia, basándose en la promesa que se le había hecho a Abraham, Isaac y Jacob, la cual debía cumplirse en Israel. El carácter, las promesas y los propósitos de Dios nunca cambian.
REFLEXIÓN

  • ¿Cómo usted describiría al Dios al que ora? ¿El concepto que tiene de Él concuerda con su revelación en las Sagradas Escrituras?
  • ¿Le da importancia a la oración, o la considera algo secundario? ¿Cómo describe su vida de oración?
  • ¿Qué le impide ser fiel en la oración? ¿De qué se pierde al no orar?

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