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Sermón de TV

La grandeza de Dios: Una fuente de Consuelo

La forma en que vemos y hablamos con Dios se refleja en nuestra manera de orar.

18 de mayo de 2024

Cuando hablamos con Dios, ¿cómo le hablamos? ¿Cuál es el tema principal de nuestras oraciones: nuestras propias preocupaciones? En este mensaje, el Dr. Stanley analiza cómo nuestra comprensión de la grandeza de Dios se refleja en nuestra manera de orar.

Bosquejo del Sermón

La grandeza de Dios: Una fuente de Consuelo 

Las Sagradas Escrituras nos dicen que debemos dar a conocer nuestras peticiones delante de Dios (Fil 4.6); pero si no somos cuidadosos, nuestras oraciones vendrán a ser solo una lista de necesidades y deseos. En el mensaje de esta semana, el Dr. Stanley explica por qué poner nuestro enfoque en la grandeza de Dios nos ayuda a balancear nuestra vida de oración. 

Pasaje clave: Salmo 86.1-10 

En el Salmo 86, David comienza mencionando su propia aflicción, pero luego habla acerca de la grandeza del Señor. Al orar, debemos tener un balance entre mencionar nuestras necesidades y resaltar los atributos de Dios. ¿De qué manera se nos revela su grandeza? 

Dios es omnipresente. No existe un lugar fuera de la presencia de Dios. Su alcance no tiene límites (Sal 139.1-16). Podemos consolarnos en esta verdad porque…

  • En cualquier situación que enfrentamos, Dios se encuentra allí.

  • Aunque nos sintamos solos, nunca lo estamos en realidad. Nunca hemos respirado un solo aliento fuera de su presencia.

  • Aunque quizás no lo veamos, ni lo sintamos, el Señor siempre está con nosotros.

Dios es eterno. No tiene ni principio, ni fin (Sal 90.1, 2; Ap 1.8). Esto nos alienta porque…

  • Dios conoce todo lo que ocurrirá en nuestra vida. Su perspectiva es perfecta.

  • Cuando nos dice “espera”, podemos confiar en Él, pues conoce el futuro.

Dios es omnipotente. No hay límite a su poder, ni control. Esto nos consuela porque…

  • No somos víctimas de las circunstancias. Todo lo que ocurre ha sido permitido por Dios.

  • El poder sobrenatural del Señor fluye en nosotros a través de su presencia. Nuestra plena sumisión a su voluntad lo hará más evidente.

 Dios es omnisciente. Su conocimiento no tiene límite (Sal 147.5; Is 55.8, 9; He 4.12, 13). Esto nos alienta porque…

  • El Señor lo conoce todo, incluyendo aquello que no hemos considerado.

  • Cuando no sabemos qué orar, el Espíritu Santo intercede por nosotros (Ro 8.26). 

Dios es inmutable. Es invariable y podemos depender por completo de Él (Sal 55.19; Mal 3.6; Stg 1.17). Esto nos alienta porque…

  • Es por completo fiel, leal y digno de nuestra confianza.

  • Sus principios siempre pueden ser aplicados, ayer, hoy y siempre.

Dios desea relacionarse con nosotros.

  • Ha creado al mundo y, por medio de la persona de Cristo, vino, anduvo entre nosotros e hizo milagros.

  • Cristo llevó nuestros pecados y fue crucificado; pero ni eso retuvo a nuestro Dios eterno, omnisciente, omnipresente y omnipotente.

  • Dios, quien no puede ser contenido, definido, ni limitado desea ser nuestro Padre y darnos lo mejor.

Después de ver el sermón:

Considere los siguientes pensamientos y preguntas:

  • ¿Cuál de los atributos de Dios que hemos mencionado le ofrece más esperanza en relación al problema que enfrenta en la actualidad?

  • En el Salmo 86.12, David le dice a Dios: “glorificaré tu nombre para siempre”. ¿Qué significa para usted glorificar el nombre de Dios?

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