No nacemos sabiendo cómo confiar en Dios ni comprendiendo la importancia de depender de su sabiduría y fortaleza. Debemos descubrir cómo hacerlo. En este mensaje, el Dr. Stanley explica lo que significa confiar de verdad en Cristo para el perdón de nuestros pecados y el regalo de la vida eterna.
Bosquejo del Sermón
La fe que salva
La mayoría de los cristianos dicen confiar en Dios, y afirman que su fe es firme; pero es bueno examinarnos con regularidad. En el sermón de esta semana, el Dr. Stanley define varios niveles de fe y comparte cómo podemos saber dónde nos encontramos en nuestra relación con Jesucristo.
Pasaje clave: Marcos 4.35-41
La fe verdadera es un regalo de Dios. Sin embargo, debemos aprender a confiar en Él si deseamos crecer. ¿Cuáles son los diferentes tipos de fe?
La fe intelectual es…
En teoría, creer algo, sin prueba o compromiso.
Pensar que es cristiano solo porque cree algunas cosas acerca de Cristo.
La fe en Dios es…
La convicción plena de que Dios cumplirá lo que ha prometido.
La fe que salva es…
Creer en Jesucristo, el Hijo de Dios, tanto para el perdón de pecados, como para la vida eterna.
Edificada a partir de una relación personal.
En los evangelios podemos leer acerca de varios grados de fe:
Nada de fe — Los discípulos mostraron esa clase de fe durante la tormenta en el Mar de Galilea (Lc 8.23-25).
Poca fe — En el Sermón del monte, Jesucristo enseñó que afanarnos por las necesidades básicas es una señal de tener poca fe (Mt 6.30).
Mucha fe — El centurión que le pidió a Cristo que sanara a su siervo con tan solo decir una palabra, es un ejemplo de mucha fe (Mt 8.10).
Fe titubeante — Todos titubeamos. Pedro lo hizo cuando negó al Señor (Mt 26.69-75), pero aún una fe titubeante puede ser transformada cuando nos arrepentimos y crecemos (Lc 22.31, 32).
El Señor desea que tengamos mucha fe porque…
Tiene un plan y un propósito para la vida de cada uno de nosotros.
Le responderemos según nuestra fe.
Si tenemos mucha fe, podrá hacer por medio de nosotros lo que hizo por medio de los discípulos.
Conozca la diferencia entre la fe intelectual y la fe que salva.
La fe intelectual consiste en aceptar hechos acerca de Cristo, pero no nos salva.
Muchos que asisten a la iglesia y creen que han sido salvos por fe, se engañan a sí mismos.
La fe que salva demanda una relación personal con Cristo, la cual comienza cuando reconocemos que somos pecadores, nos arrepentimos y lo recibimos como nuestro Señor y Salvador.
Por medio de la fe que salva el Espíritu Santo viene a morar a nuestra vida y nos convertimos en seguidores de Jesucristo.
La fe intelectual depende de las buenas obras. La fe que salva solo depende de Cristo.
La fe que salva tiene un punto específico de partida; el momento en el que comenzamos nuestra relación con Jesucristo.
El arrepentimiento y la fe van de la mano. Recuerde que…
Para recibir la gracia salvadora de Cristo y el perdón de nuestros pecados, necesitamos reconocer y aceptar su señorío.
Sin importar lo que creemos, o donde nos encontremos, la realidad es que Jesucristo es el Señor. Él es quien tiene el control.
Después de ver el sermón:
Considere los siguientes pensamientos y preguntas:
¿De qué manera puede explicarle a otra persona la diferencia entre la fe intelectual y la fe que salva?
¿Ha reconocido el señorío de Cristo sobre su vida, o por el contrario hay áreas que aún no le ha entregado? Pídale al Señor que le ayude.