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Sermón de TV

Enseñanzas que aprendemos de las tentaciones de Jesús

El ejemplo del Señor Jesucristo nos ofrece la mejor defensa contra la tentación.

25 de marzo de 2023

Vivimos en un mundo corrupto donde la tentación forma parte de la vida cotidiana. El Dr. Stanley explica que, aunque cada persona se enfrenta a la tentación de manera diferente, el ejemplo del Señor Jesucristo nos ofrece la mejor defensa de todas.

Bosquejo del Sermón

ENSEÑANZAS QUE APRENDEMOS DE LAS TENTACIONES DE JESÚS
PASAJE CLAVE:
Mateo 4.1-11
LECTURAS DE APOYO: Mateo 3.14-17 | 1 Corintios 10.13
INTRODUCCIÓN

Como vivimos en un mundo perdido y tenemos una naturaleza pecaminosa, no estamos exentos de las tentaciones.

Este problema comenzó desde que Adán y Eva pecaron y ha continuado desde ese entonces. Sin embargo, como creyentes en Cristo, no tenemos por qué rendirnos ante las tentaciones. Pero muchos de nosotros no tenemos un plan para lidiar con ellas. De hecho, algunos cristianos, viven atrapados en el pecado pues no saben cómo resistirlo. Hay una manera para reaccionar ante esto, la cual nos ayuda a edificar una defensa más sólida. Si acudimos al que pudo conquistar cada una de sus tentaciones, podemos aprender de su ejemplo.
DESARROLLO DEL SERMÓN
El Espíritu de Dios descendió sobre el Señor Jesús en forma de paloma, en el momento en que fue bautizado por Juan y se escuchó una voz que dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (
Mt 3.16, 17).
Fue poco tiempo después de que esto ocurriera, que: “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo” (Mt 4.1). Ese no fue un evento espontáneo o accidental, sino uno que fue planificado por Dios, de acuerdo a su divino propósito. El Espíritu Santo guió a Jesús hacia un tiempo de prueba, para así prepararlo para su ministerio. Esa es la misma razón por la que el Señor permite las tentaciones en nuestra vida, para que seamos probados y capacitados.

  • La tentación es una invitación para hacer aquello que va en contra de la voluntad de Dios, y es justo lo que Satanás trató de hacer en la vida del Señor Jesús y lo que sigue haciendo con cada uno de nosotros. Cada vez que somos invitados a desobedecer a Dios con nuestros pensamientos, palabras o acciones, debemos escoger entre ser fieles al Señor o seguir nuestro propio camino.
  • El tentador es conocido por diversos nombres en la Biblia: el diablo, Satanás, acusador, difamador y padre de mentiras, entre otros. Es un ser inteligente, lleno de maldad y está dedicado a causar el mal en las personas y en todo el mundo. Satanás es un ángel caído quien hace su aparición por primera vez en las Sagradas Escrituras en el huerto del Edén, donde seduce a Eva a mentir. Él es la fuente original del pecado, y aún en nuestros días continúa propagando sus mentiras.

Una de las mentiras de Satanás consiste en convencernos de que él no existe. Muchos lo ven como una figura imaginaria. Pero los que caen en esa mentira, están en el lugar preciso que desea tenerlos. Si negamos su existencia, le damos libertad para arruinar nuestra vida, pues no tenemos ninguna defensa contra él. Además, al dudar de su existencia también dudamos de la veracidad de la Biblia, la cual nos declara que el diablo es real y maligno. En Mateo 4.1-11 se describe las tentaciones que Cristo enfrentó, e identifica al diablo como el tentador.

  • La ocasión en la que esos sucesos ocurrieron en la vida de Jesús tiene gran importancia. Satanás esperó hasta que el Señor estuviera débil y con hambre, después de haber ayunado durante cuarenta días. De igual manera hace uso de esa táctica en nuestra vida para tentarnos en el momento en el que estemos más vulnerables física, emocional y espiritualmente.
  • Los límites de las tentaciones los pone el Señor, quien ha establecido términos que Satanás no puede cruzar. Primera de Corintios 10.13 nos dice: “pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. En nuestras propias fuerzas somos débiles, pero el Señor es siempre fiel para sostenernos con su poder y que podamos ser obedientes a su Palabra.
  • El plan de defensa en contra de las tentaciones es el que consiste en depender de la Palabra de Dios. Jesús no discutió con el diablo cuando este se le acercó con la intención de tentarlo, sino que inmediatamente le respondió con los pasajes de la Palabra de Dios.
    • En primer lugar, Satanás tentó a Cristo para que usara su divino poder para satisfacer su hambre. Le dijo: “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan” (Mt 4.3). A lo que el Señor respondió inmediatamente: “Escrito está: ‘No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’”.
    • Luego el diablo le sugirió a Cristo que saltara de lo más alto del templo y llegara al suelo sin daño alguno, para que las multitudes le siguieran (vv. 5, 6). En esa ocasión hasta hizo uso de las Sagradas Escrituras para apoyar lo que pedía. Pero una vez más el Señor acudió a la Palabra de Dios para defenderse, y le dijo: “Escrito está también: ‘No tentarás al Señor tu Dios’” (v. 7).
    • Finalmente, Satanás le llevó a un monte alto, para mostrarle los reinos de este mundo. Le ofreció entregarle todo eso si le adoraba postrado (vv. 8, 9). Básicamente el diablo le ofreció a Jesucristo un atajo, para que no tuviera que pasar por la cruz. Pero Él le respondió: “Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” (v. 10).

No podemos vencer las tentaciones del diablo, a no ser que hagamos uso de la Palabra de Dios. Esa es el arma que el Señor nos ha dado para defendernos. Es en la Biblia que hallamos el poder y las promesas de Dios. Sin embargo, necesitamos encontrar pasajes específicos que podamos aplicar a las tentaciones que enfrentamos. El diablo no usa la misma tentación para todas las personas, sino que las envía de acuerdo a nuestras debilidades. Pero podemos estar convencidos de que enfrentaremos muchas tentaciones a lo largo de nuestra vida. Y aunque venzamos algunas, nuestro enemigo continuará enviando otras que nunca antes habíamos enfrentado.
Para que podamos vivir en victoria, debemos edificar un muro a nuestro alrededor con la Palabra de Dios. Es al llenar nuestra mente con las enseñanzas de la Biblia, que comenzamos a pensar y a reaccionar de acuerdo a la voluntad de nuestro Señor. Cada vez que vencemos una tentación, nuestra fe es fortalecida, pues vemos la fidelidad de nuestro Padre celestial. Nunca estamos solos cuando enfrentamos las tentaciones, pues Cristo vive en nuestro corazón. Es Él quien nos da las fuerzas para resistir las tentaciones. Solo tenemos que hacer uso de su Palabra y así podremos vencer al tentador.
REFLEXIÓN

  • ¿Cuáles son los aspectos de su vida en los que es más tentado? Anteriormente, ¿cuál ha sido la estrategia que ha seguido para hacerle frente a esas tentaciones? ¿Cuánto éxito ha obtenido por medio de ese método?
  • ¿De qué manera nos ayuda la Biblia a defendernos de los ataques del diablo y a negarnos a darnos por vencidos ante su invitación a pecar?
  • ¿Conoce usted pasajes específicos que pueden ayudarle a defenderse de las tentaciones? De ser así, ¿cuáles son? Y de no conocer ninguno, ¿qué puede hacer para encontrarlos y apropiarse de ellos?

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