A veces queremos orar por otra persona, pero no estamos seguros de qué decir. Veamos la oración de Pablo en Colosenses 1.9-14. Cada palabra encaja perfectamente con la voluntad de Dios, así que usted puede presentar estas peticiones con confianza, tanto para usted como para los demás:
Ser llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual. Necesitamos seguir a Dios cada día, y también necesitamos discernimiento para distinguir su voz.
Andar como es digno del Señor, agradándole en todo. Nuestra vida debe seguir el patrón de Aquel a quien seguimos.
Llevar fruto en toda buena obra. En lugar de enfrascarnos en nuestras circunstancias, pensemos en servir en el reino de Dios.
Crecer en el conocimiento de Dios. Cuando leemos la Palabra y aplicamos sus principios, conocemos mejor a Dios.
Ser fortalecidos con su poder para permanecer firmes. La vida cristiana solo puede vivirse con el poder del Espíritu Santo.
Dar gracias con gozo por todo lo que Dios ha hecho por nosotros. Los creyentes deben caracterizarse por el gozo y la gratitud.
Imagínese cuán efectivas serán sus oraciones cuando cambie el énfasis de sus peticiones a los deseos del Señor. Él le transformará a usted y a las personas por quienes intercede.
Biblia en un año: MARCOS 8-9