Saltar al contenido principal
Principios del otoño en Wisconsin. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Un símbolo del perdón

Gracias a que Cristo cargó consigo nuestro pecado, no tenemos que vivir con su peso.

28 de febrero de 2025

Mateo 20.27, 28

¿Alguna vez se ha preguntado por qué el Dios del universo decidió salvarnos haciendo que su único Hijo muriera en la cruz? Podría pensar: por supuesto que Dios puede hacer cualquier cosa, ¿no? Entonces, ¿por qué no eligió otra manera? Sí, Él puede hacer cualquier cosa, pero no violará su propio carácter.

Dios es santo. Todos hemos desobedecido su ley (Ro 3.23) y la comunión con Él se ha roto. Y desde el principio de los tiempos, Él ha exigido un castigo por el pecado. (Vea Gn 2.17; Ez 18.4; Ro 6.23).

Sin embargo, debido al gran amor de nuestro Padre celestial por nosotros, permitió que hubiera un pago sustitutivo por nuestro pecado. En tiempos del Antiguo Testamento, la gente sacrificaba animales para expiar sus transgresiones. Pero esta provisión era solo una solución temporal. La muerte del Señor Jesús fue el sacrificio final y permanente por el pecado.

Y luego Él hizo algo que nosotros no podíamos hacer. Tres días después de morir, resucitó de la tumba. ¡El Señor Jesús venció la muerte! Ahora tenemos acceso directo al Padre celestial por su muerte en la cruz. Una vez que aceptamos este regalo del perdón completo, Dios elimina nuestros pecados tan lejos como el este está del oeste (Sal 103.12).

BIBLIA EN UN AÑO: DEUTERONOMIO 21-23

Otros devocionles


Ver todas las meditaciones diarias