Cuando usted escucha la palabra éxito, ¿en qué piensa? ¿En riquezas? ¿En poder? ¿Cómo cree que define Dios el éxito? Miqueas 6.8 dice esto: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.
Y con Cristo como nuestro ejemplo, debemos esforzarnos por ser como Él. En el pasaje de hoy, vemos cómo el Señor Jesús servía. Realizó la tarea del siervo más humilde cuando se quitó su manto y lavó los pies sucios de sus seguidores, los mismos seguidores que Él sabía que lo abandonarían. Al día siguiente, el Creador fue crucificado por personas hechas a su imagen. Al permitirlo, ofreció salvación a todos, incluso a aquellos que lo clavaron en una cruz.
Y nos pide que sigamos su ejemplo de servicio. Con la excepción de Judas, sus discípulos obedecieron. De hecho, todos sufrieron por su fe, y muchos hasta la muerte.
Aunque jamás pasemos por lo que ellos pasaron, debemos preguntarle al Señor cómo desea que le sirvamos. El servicio es un desbordamiento natural de una relación con el Señor Jesucristo. Pídale que desarrolle una actitud de siervo en su corazón.
BIBLIA EN UN AÑO: NÚMEROS 8-10