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Ruinas de Filipos, Grecia. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Para encender el fuego de nuevo

Dado que incluso las cosas buenas pueden ser distracciones, elija hacer de su relación con Dios su prioridad.

21 de marzo de 2025

Mateo 22.36-38

Sigamos examinando la advertencia del Señor a la iglesia en Éfeso (Ap 2.4). El fervor de los efesios ha desaparecido, aunque aún están sirviendo a Dios e incluso defendiendo la fe.

La advertencia de Cristo se extiende también a nosotros. Él pone su mirada en los cristianos distraídos y autosuficientes que desempeñan su labor por todas las razones menos por la correcta, y les grita: “No quiero tu servicio vacío; ¡te quiero a ti!”.

Nuestro corazón puede enfriarse poco a poco cuando damos mayor prioridad a otras relaciones y actividades que al Señor, convirtiéndolas en ídolos en nuestra vida. La verdad es que cualquier cosa que nos desenfoque de Dios se considera un ídolo. (Véase Ex 20.3-5). Volver a una vida de servicio apasionado a Dios comienza con el arrepentimiento. Debemos asumir la responsabilidad por habernos alejado. Luego, debemos volver a poner a Jesucristo en el trono de nuestro corazón y reconectarnos con Él a través de la meditación en las Sagradas Escrituras y la oración regular.

Dios desea una relación íntima con cada creyente. ¿Está usted entusiasmado con el Señor Jesús? Nuestra mejor y más pura devoción será lo que, o a quien, prioricemos por encima de todo lo demás. Si no es el Señor Jesús, arrepiéntase y pídale que reavive la llama.

BIBLIA EN UN AÑO: RUT 1-2

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