¿Cuál es mi propósito en la vida? Muchas personas hoy en día se hacen esa pregunta, pero solo quienes han confiado en Cristo como Salvador y Señor pueden descubrir la verdadera respuesta. El pasaje de hoy nos dice que nuestra salvación es un acto de Dios, y que ahora somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para lograr lo que Él ha preparado para que hagamos. Ese es nuestro propósito en la vida, y tiene tres componentes.
La santificación es un proceso continuo. A medida que cooperamos con la obra del Espíritu Santo en nuestra vida, Él transforma nuestro carácter para que sea más parecido al del Señor, y renueva nuestra mente con la verdad bíblica.
La mayordomía es el manejo fiel del tiempo, los talentos, los dones espirituales y los tesoros que Dios nos ha dado. Deben ser usados conforme a sus prioridades y su dirección, no para nuestro beneficio.
El servicio incluye estimular el crecimiento espiritual, satisfacer las necesidades materiales y animarse unos a otros con la Palabra de Dios. Servimos al Señor ministrando a otros.
Todo esto es su propósito en la vida. Pero recuerde, esto no se trata de un esfuerzo propio; es Dios quien le usa. Su parte es aprovechar todos los medios que Él utiliza para lograr sus objetivos: su Palabra, su Espíritu y su Iglesia.
Biblia en un año: Génesis 42-45