La oración es la herramienta más poderosa del cristiano. Sin embargo, a menudo nos sentimos inseguros o vacilamos al orar.
Pero debemos tener confianza al orar, en primer lugar porque pertenecemos a la familia de Dios. Cuando ponemos nuestra confianza en Cristo, Dios se convierte en nuestro Padre celestial. Por esto, podemos estar seguros de que escuchará nuestras oraciones.
Otra razón para tener seguridad es orar de acuerdo con la voluntad de Dios. Esta idea a menudo parece desconcertante, así que examinémosla más de cerca. Ciertas cosas nunca están dentro del plan de Dios, como mentir, engañar o actuar con orgullo, ira o celos. (Véanse Pr 6.16-19; Col 3.8). Asuntos insignificantes, como qué colores usar, se dejan a nuestra discreción. Pero ¿qué pasa con los deseos que no están dentro de ninguna de esas categorías? En esas situaciones, para conocer la voluntad de Dios...
Nuestro espíritu debe estar sometido a Él (Stg 4.7, 8).
Debemos estudiar la Biblia, donde la voluntad de Dios se revela en sus mandamientos y principios.
Debemos depender del Espíritu Santo para orar de acuerdo con los planes del Señor (Ro 8.26).
Alinee sus oraciones con la voluntad de Dios y recuerde que Él se complace en responder las oraciones de sus hijos.
BIBLIA EN UN AÑO: GÉNESIS 46-48
