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Patagonia. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Nuestra relación con Dios

El estudio de la Biblia, la oración y la obediencia son hábitos que nos ayudan a mantenernos tomados de la mano de Dios.

31 de marzo de 2025

Salmo 119.33-40

Al confiar en Cristo, entramos en una relación de por vida con el Padre. Como creyentes, tenemos la responsabilidad de mantener robusta esa conexión.

Primero, debemos aprender acerca de nuestra nueva familia. En la Biblia, Dios dio una descripción detallada de sus atributos y valores. Y a través de la vida terrenal de Jesucristo, podemos entender mejor el carácter divino de su Padre.

Segundo, debemos mantenernos en estrecho contacto con el Señor por medio de la oración y el estudio de su Palabra. Es importante que resistamos la tentación de poner a las personas, el trabajo o los deleites antes que a Él.

Tercero, debemos responder a lo que Dios nos ha comunicado. Nos ha dado instrucciones para vivir y dicho lo que le agrada. En las familias fuertes, las personas se prestan atención unas a otras.

Por último, debemos ser más semejantes a Dios. A medida que cooperemos con la obra transformadora del Espíritu Santo, comenzaremos a pensar y actuar como nuestro Padre celestial.

Cristo es nuestro ejemplo a seguir: una vida de amoroso y obediente servicio, y el Espíritu de Dios está haciendo su obra santificadora en nosotros (1 P 1.2).

BIBLIA EN UN AÑO: 1 SAMUEL 22-24

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