Saltar al contenido principal
Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Nuestra dependencia de Dios

La oración es un privilegio que Dios nos ha dado a sus hijos; nos permite poner humildemente nuestras preocupaciones ante nuestro Padre, confiando en que Él dirigirá nuestro camino y proveerá para nuestras necesidades

27 de septiembre de 2021

2 Reyes 19.10-20

A diferencia del rey Ezequías, es probable que usted no se enfrente a un ejército invasor. Pero si es como la mayoría de las personas, su vida está llena de obstáculos, problemas y necesidades cotidianas que amenazan su paz y seguridad. ¿Qué hace al respecto? ¿Confía en sus propias fuerzas y su talento para encontrar un camino, o pide ayuda a Dios?

Uno de los propósitos de la oración es hacernos conscientes de nuestra dependencia del Señor. Ninguna preocupación es demasiado pequeña para llevarla a Él, y nada es demasiado grande que Él no pueda manejarlo. De hecho, se nos dice que no nos preocupemos por nada y que oremos por todo (Fil 4.6). El resultado de la dependencia en la oración es una paz inexplicable, incluso en medio de circunstancias inalterables (Fil 4.7).

A veces olvidamos que somos criaturas que dependen por completo del Creador para poder respirar. La oración es un privilegio que Dios nos ha dado a sus hijos; nos permite poner humildemente nuestras preocupaciones ante nuestro Padre, confiando en que Él dirigirá nuestro camino y proveerá para nuestras necesidades. No tenemos nada que perder, excepto nuestro orgullo y autosuficiencia, junto con el temor y la ansiedad resultantes.

Biblia en un año: Habacuc 1-3

Otros devocionles


Ver todas las meditaciones diarias