La Biblia a menudo llama a la vida cristiana una “caminata”. Habla de andar en el Espíritu, en los caminos de Dios, en el amor y en la verdad. Nuestra vida, entonces, no debería quedarse estancada, sino desarrollarse para así ser cada vez más como la de Cristo.
Si siente que está retrocediendo en vez de avanzar, he aquí cinco pasos para corregir su rumbo:
Sepa que Dios cumple cada promesa. La Biblia contiene un número sorprendente de garantías para los creyentes, incluyendo sabiduría, la presencia de Dios y paz.
Espere la respuesta del Padre celestial. En otras palabras, tenga la expectativa de que su fe le conducirá a las bendiciones.
Sea consciente cada día de la participación de Dios en su vida. Al pasar tiempo en su Palabra y en oración, usted se vuelve sensible a lo que el Señor está haciendo.
Ore con osadía. Acercarse al Padre de esta manera no es una confianza arrogante. Más bien, es un desbordamiento de su seguridad en Él (He 4.16).
Obedezca la guía del Espíritu Santo. Dios envió su Espíritu para enseñar y guiar a cada creyente (Jn 14.17, 26).
Dios promete embellecer a sus hijos a lo largo de sus vidas. ¿Cómo puede usted colaborar con su obra de gracia?
BIBLIA EN UN AÑO: LEVÍTICO 26-27
