Cuando ponemos nuestra confianza en Dios, podemos estar seguros de que Él provee para todas nuestras necesidades. He aquí algunas de nuestras bendiciones más preciadas del Señor:
Perdón. Cuando usted pone su confianza para salvación en Cristo, su pecado es lavado. Esto se refiere no solo a todos los pecados anteriores, sino también a los que aún no ha cometido (Ef 1.7).
Libertad. El cristianismo ofrece liberación de la justificación basada en obras. Esto significa que no tenemos que ganarnos el favor del Señor. Él nos ama perfectamente y ha hecho provisión para nuestra salvación total a través de su Hijo. Todo lo que tenemos que hacer es aceptar este regalo de gracia (Jn 8.36).
Unión con Dios. No adoramos a una deidad lejana, sino que alabamos a un Padre amoroso que conoce cada detalle de nuestra vida. La Biblia revela que estamos “sellados con el Espíritu Santo” (Ef 1.13). Esto significa que estamos unidos para siempre al Padre.
Vida eterna. Si usted ha sido sellado en Dios, entonces está unido a Él para siempre. El Señor le tiene firmemente agarrado, y nada puede separarle de Él (Jn 10.28, 29).
Dios nos da tantas cosas buenas para disfrutarlas, pero nunca debemos encontrar nuestra seguridad en ellas. Dele gracias hoy por las muchas maneras en que Él ha provisto y lo seguirá haciendo.
Biblia en un año: ROMANOS 14-16