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Florencia, Italia. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

La importancia del bautismo

Cuando seguimos a Cristo y somos bautizados, proclamamos públicamente nuestra lealtad a Él.

29 de junio de 2024

Mateo 3.14-17

Piense en su infancia. ¿Recuerda usted haber imitado a una persona mayor a la que admiraba? Es común que los niños adopten gestos, modalidades de lenguaje e ideas de las personas que admiran, pero con el tiempo, muchos superan ese modo de actuar. Nosotros, sin embargo, como hijos de Dios, nunca debemos dejar de imitar al Señor Jesús y estar estrechamente identificados con Él. Y una forma de seguir su ejemplo es a través del bautismo.

En Mateo 28, el Señor dice a sus discípulos: “Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mt 28.19). Al comienzo de su ministerio público, el Señor decidió ser bautizado. Juan el Bautista llamaba a la gente a confesar sus pecados y a arrepentirse, y luego a ser sumergidos en el río Jordán como señal externa de esa decisión. El Señor Jesús, quien no tenía pecado, se unió a la multitud en el río y pidió a Juan que lo bautizara. Al seguir su ejemplo en las aguas del bautismo, estamos confesando públicamente nuestra fe en el Salvador e identificándonos con Él.

Es importante recordar que el bautismo no es necesario para ser salvos, solo la fe en Jesucristo lo es. Pero al bautizarnos, demostramos nuestra conexión con Cristo y con nuestros hermanos en Cristo.

Biblia en un año: SALMOS 95-102

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