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Patagonia. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

La gracia de Dios

El favor de Dios se ve en nuestra salvación, una bendición no merecida y no ganada.

19 de julio de 2024

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Romanos 5.1, 2

Gracia es mucho más que una oración antes de comer: la palabra comunica la idea de bendición. Como creyentes, somos los recipientes de la gracia, la cual es derramada sobre nosotros por nuestro Padre celestial. Veamos cómo experimentamos este asombroso beneficio de su amor.

El favor de Dios se ve en nuestra salvación (Ef 2.8), una bendición no merecida y no ganada. Nada en nosotros motivó a Dios a salvarnos; Él actuó por su bondad, sacrificando a su Hijo Jesucristo en nuestro lugar. De ese modo, pudimos ser reconciliados con el Padre. Al ser salvos, pasamos del reino de las tinieblas al reino de la luz (Col 1.12, 13). Aquí, vivimos nuestra nueva identidad como hijos de Dios y llevamos a cabo su propósito de glorificarlo.

La hermosura de la gracia se hace evidente cuando consideramos que estábamos espiritualmente muertos, viviendo según nuestros propios intereses egoístas (Ef 2.1). Pero ahora, a través de la fe en Cristo como nuestro Salvador, hemos sido justificados por Dios y se nos ha dado una nueva vida. Nos ha declarado justos delante de Él (Ro 8.1). Todos nuestros pecados fueron puestos sobre Cristo, y hemos sido declarados justos.

Imagínese viviendo en el favor de Dios. Interiorice esta verdad, y luego dele gracias. 

Biblia en un año: ECLESIASTÉS 9-12

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