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Volcán Maui, Hawai. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

La duda ante la bondad de Dios

Cuando sea tentado, recuerde que el pecado conduce al sufrimiento, mientras que confiar en Dios conduce a la bendición.

11 de diciembre de 2024

Genesis 3.1-7

Vivir en este mundo caído puede desafiar nuestra fe en la bondad de Dios. El dolor y el sufrimiento que resultaron del pecado de Adán y Eva pueden nublar nuestra comprensión del Señor. ¿Por qué no siempre soluciona nuestros problemas y nos da lo que anhelamos?

Cuando Eva escuchó las mentiras de la serpiente en el huerto del Edén, comenzó a dudar de Dios. ¿Por qué la privaría Él de la sabiduría y del disfrute de un alimento que parecía tan deseable? Nuestros pensamientos son similares a los de Eva cuando no estamos de acuerdo con lo que nuestro Padre celestial dice ser mejor para nosotros. Desde una perspectiva humana, “bueno” se refiere a lo que es agradable, cómodo o provechoso. Pero Dios tiene un estándar mucho más alto y siempre está trabajando para cultivar un carácter semejante al de Cristo en sus hijos.

Detrás de cada restricción o mandamiento que nuestro Padre nos da, está su cuidado por sus hijos. Él conoce las consecuencias del pecado y quiere protegernos.

Adán y Eva aprendieron a través de la desobediencia que Dios sabe qué es lo mejor. Cada día tenemos la oportunidad de descubrir su bondad al escuchar su voz, al obedecer sus mandamientos y al confiar en su sabiduría. Pase lo que pase, podemos saber que Él está obrando para nuestro bien temporal y eterno (Ro 8.28).

BIBLIA EN UN AÑO: 1 TESALONICENSES 1-5

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