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Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

La convicción de pecado

El Espíritu Santo convence a las personas de sus propios pecados y de la realidad de que enfrentarán el juicio final, para que se vuelvan a Cristo y sean salvas.

13 de octubre de 2021

Juan 16.7-15

A nadie le gusta sentir la convicción de haber hecho algo malo, pero ese incómodo sentimiento es, en realidad, una demostración de amor de Dios. El Espíritu Santo convence a las personas de sus propios pecados y de la realidad de que enfrentarán el juicio final, para que se vuelvan a Cristo y sean salvas. Si los pecadores nunca sienten la culpa de su pecado, no reconocerán la necesidad de un Salvador. Cada pinchazo en el corazón tiene como objetivo atraerlos a Cristo.

Debemos estar agradecidos de que la obra de convencimiento del Espíritu no termina una vez que la persona es salva. Él continúa instruyéndonos y moldeándonos después de la salvación y nos convence de que hemos desobedecido a nuestro Padre celestial. En otras palabras, nos hace conscientes de los pecados específicos y de la actitud de Dios sobre tal comportamiento.

También nos induce a confesar nuestras faltas, a arrepentirnos y a volver al camino recto.

Además de protegernos y guiarnos de estas maneras, el Espíritu Santo hace mucho más por nosotros. Nos guía hacia la verdad, nos revela el significado de las Sagradas Escrituras, transforma nuestro carácter y nos da el poder para tener una vida de santidad y obediencia caracterizada por el amor. Por tanto, escuche el convencimiento y la instrucción del Espíritu Santo. Son para su bien y para la gloria de Dios.

Biblia en un año: Marcos 1-2

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