En el pasaje de hoy, leemos cómo Moisés soportó con fe las dificultades. Todos enfrentaremos momentos difíciles. La clave es recordar que los tiempos difíciles son...
Inevitables. “El hombre nace para la aflicción, como las chispas vuelan hacia arriba” (Job 5.7 LBLA). Todos experimentaremos períodos en los que la vida es dura. Por tanto, es vital que aprendamos a enfrentarlos de la manera que Dios desea.
Capaces de destruirnos o fortalecernos. ¿Alguna vez ha notado usted cómo las personas reaccionan de manera distinta a la misma situación? Algunas se enfocan más mientras que otras se desmoronan por la prueba. Cómo reaccionamos depende de nuestra perspectiva, ¿estamos centrados en Dios o en la prueba?
Superables. La clave es aprender a caminar con una conciencia continua de la presencia de Dios. Moisés lo demostró al buscar liberar al pueblo israelita de la esclavitud egipcia. Había aprendido a “ver” a nuestro Dios invisible caminando a su lado y a estar constantemente consciente de su presencia (Ex 33.13, 14).
¿Qué tan consciente es usted de la presencia del Señor? ¿Sus miedos están disminuyendo a medida que cree en la protección y suficiencia de Dios? Moisés no comenzó con esta conciencia. Tuvo que aprender y desarrollarla, y nosotros también.
BIBLIA EN UN AÑO: LEVÍTICO 21-23