Saltar al contenido principal
Castillo de Sooneck, Río Rin, Alemania. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

La búsqueda de humildad

Las personas humildes reconocen que cada individuo tiene gran valor a los ojos de Dios.

24 de febrero de 2025

Efesios 4.1-3

El Señor tiene propósitos específicos para cada uno de nosotros. Pero también tiene objetivos que se aplican a todos los creyentes, tales como una búsqueda incesante, de por vida, de la humildad.

La humildad es más que una visión sana de nosotros mismos; es una actitud que reconoce nuestra dependencia del Señor. Filipenses 2.3 dice: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. En orden de prioridades, Cristo está primero, luego los demás, y nosotros somos los últimos.

Como creyentes, hablamos con convicción sobre amar a los demás, perdonar incondicionalmente y ser bondadosos. Pero la raíz de estas acciones es la humildad. Para poder amar y perdonar, debemos estar dispuestos a reconocer el valor de cada persona a los ojos de Dios y la magnitud de su compasión, amor y perdón. Como dice Efesios 4.32: “Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.

Si solo pensamos en cómo nos sentimos o lo que nos conviene, no demostraremos el amor de Cristo. Pero cuando la humildad es nuestra meta, entonces el amor, el perdón y la amabilidad crecerán a partir de ella.

BIBLIA EN UN AÑO: DEUTERONOMIO 9-11

Otros devocionles


Ver todas las meditaciones diarias