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Tanzania, África. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

La bendición de dar

Al dedicar tiempo para ver y apreciar la bondad de Dios, nuestra reacción natural será darles a Dios y a otros con gozo.

15 de enero de 2025

1 Timoteo 6.17-19

¿Alguna vez ha notado usted que cuanto más hábil es en algo, más lo disfruta? Por ejemplo, cuando una orquesta toca una obra maestra, es probable que un músico experimentado obtenga mayor placer al escuchar que una persona con un oído no entrenado. Podría sorprenderle que lo mismo ocurre cuando ofrendamos.

Dios tiene muchas razones para que demos de lo que hemos recibido. Primero, devolver una porción de nuestros recursos al Señor reconoce que todo le pertenece a Él (Sal 50.10). Segundo, Dios nos dice que demos, como Él nos ha dado a nosotros (Dt 16.17). Tercero, contribuir a una causa o ayudar a otra persona es una obra del reino, que nos produce una profunda alegría. Cuarto, nuestras ofrendas son una oportunidad para que Dios revele su amor. Cuando demostramos generosidad, Él provee fielmente para nuestras necesidades y nos bendice (2 Co 9.8).

Dar implica más que nuestro dinero. Dios también nos ha bendecido con habilidades, tiempo y recursos. Es importante confiar en la guía del Espíritu Santo para saber qué y cuánto debemos dar, y también a quién debemos darlo.

Recuerde que el Señor siempre nos bendice, con salvación, consuelo, aliento y mucho más. Debemos devolver, no por obligación sino con un corazón agradecido y jubiloso (2 Co 9.7).

BIBLIA EN UN AÑO: GÉNESIS 49-50

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