Durante la vida, la mayoría de nosotros tendremos oportunidades de contemplar vistas hermosas y escuchar música maravillosa. Pero más espléndido que cualquier suceso terrenal es lo que los cristianos experimentarán cuando Cristo regrese. Imagínese…
Lo que escucharemos. Cristo “descenderá del cielo con aclamación” (1 Ts 4.16 RVA-2015). Se escuchará la voz del arcángel Miguel, el líder del ejército angelical, y una trompeta celestial, llamando a los santos a reunirse.
Lo que veremos. Como se describió ayer, el Señor descenderá desde lo alto, para ser recibido en el aire por los santos recién resucitados y luego, un momento después, por los creyentes vivos.
Lo que sentiremos. Aunque es imposible saber exactamente cómo será la experiencia, podemos esperar que será magnífica. Seremos transformados físicamente; a diferencia de nuestro cuerpo presente, nuestra nueva forma no será susceptible al dolor, el pecado, la tristeza, la enfermedad o la muerte. Y en un instante, seremos llevados a la presencia de nuestro Padre celestial, para permanecer con Él por la eternidad.
Animémonos unos a otros con este recordatorio sobre el retorno de Jesucristo (v. 18). Así que, cuando las dificultades le aflijan, piense en el futuro. ¡Lo mejor está por venir!
BIBLIA EN UN AÑO: NÚMEROS 33-36
