Una de las mejores cosas que podemos hacer es interceder por alguien en oración. Y no hay manera más poderosa de hacerlo que usando las palabras de la Biblia a su favor. Colosenses 1.9, 10 es un hermoso ejemplo de lo que debemos orar cuando llevamos a nuestros seres queridos ante el trono de Dios.
El apóstol Pablo escribió el pasaje de hoy a la iglesia en Colosas. Por ella, conocemos las peticiones específicas que presentó ante Dios con respecto a sus hermanos en la fe. Estas son aplicables a nosotros hoy también. Centrémonos hoy en las dos primeras peticiones, y en las cuatro restantes mañana.
Primero, Pablo pidió que los creyentes comprendieran el plan de Dios para sus vidas. Debemos recordar que el Señor a menudo no revela todo a la vez, pero da a los corazones que le buscan suficiente información para confiar y seguir su camino.
Segundo, el apóstol oró para que los creyentes en Colosas se comportaran de una manera digna de Cristo. Pablo anhelaba verlos permanecer coherentes en su identidad en el Señor, y que produjeran fruto espiritual (Ga 5.22, 23).
Cuando usted comience a orar como lo hace Pablo aquí, sus intercesiones cambiarán... y usted también.
Biblia en un año: Jeremías 25-27