En las Sagradas Escrituras encontramos ejemplos de personas que oraron con autoridad espiritual, y el rey Josafat fue uno de ellos. Cuando se enteró de que un ejército numeroso venía contra Judá, se volvió de inmediato al Señor en busca de ayuda. Su ejemplo nos enseña lecciones importantes sobre cómo orar de una manera poderosa. Por ejemplo, él...
BUSCÓ AL SEÑOR. En vez de confiar en su propia capacidad para derrotar a los enemigos de Israel, Josafat tomó un enfoque diferente e inmediatamente confió en Dios.
SE ENFOCÓ EN DIOS, NO EN EL PROBLEMA. El rey reconoció que el Señor era el gobernante sobre todos los reinos, y que nadie podía enfrentarse a Él.
RECORDÓ LA FIDELIDAD DE DIOS EN EL PASADO. La oración de Josafat recordó las maneras en que el Señor había protegido a Israel en el pasado.
DEPENDIÓ DE DIOS. Reconoció que los israelitas eran impotentes y no sabían qué hacer. El Señor era su única esperanza.
Si no le parece que sus oraciones tienen poder, pregúntese si se ha estado enfocando en Dios o en el problema. ¿Ha recordado la fidelidad de Dios en el pasado, o duda de su cuidado por usted? Y finalmente, ¿es Él su única esperanza, o está tratando de arreglar la situación usted mismo?
Biblia en un año: Hechos 18-20
