La Biblia ofrece un relato preciso del carácter, las acciones y los propósitos de Dios. Juntos, el Antiguo y el Nuevo Testamento nos enseñan que el problema del hombre es el pecado, y el único remedio es la fe en el Hijo de Dios: Jesucristo.
A través de su Palabra, Dios nos ha confiado el conocimiento de quién es, qué está haciendo y cómo se desarrollará el futuro de la humanidad. Dios nos dio la Biblia para guiarnos hacia una relación más profunda con Él y para capacitarnos para servir como sus embajadores (2 Co 5.20). En esta posición, estamos llamados a seguir el ejemplo de Cristo en glorificar a Dios (Mt 5.16): nuestro Salvador no se enfocó en sí mismo, sino en el Padre, cuyo plan es alcanzar al mundo entero con su gracia salvadora.
La voluntad de Dios incluye diferentes tareas que sus hijos debemos llevar a cabo, de acuerdo con la manera en que Él ha dispuesto para cada uno (Ro 12.4-6). Meditar en los principios y ejemplos bíblicos nos ayudará a discernir lo que tiene en mente para nosotros.
¿Qué lugar tiene la Biblia, este libro maravilloso, en la determinación del rumbo de su vida? Tómese tiempo hoy y todos los días para escuchar al Señor, beneficiarse de su sabiduría y discernir lo que Él le está diciendo de manera personal.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 SAMUEL 18-19