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Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

El Cuerpo de Cristo

El mensaje del evangelio se difunde mediante el poder y la sabiduría de Jesucristo.

4 de enero de 2022

Efesios 4.11-16

Como vimos ayer, el Cuerpo de Cristo está formado por todas las personas que adoran a Dios, sin importar dónde se encuentren. La cabeza de este cuerpo de creyentes es Jesucristo, a quien Pablo describió como “el principio, el primogénito de entre los muertos” (Col 1.18).

Al ser salvo, usted se convierte en parte del Cuerpo. Por lo tanto, si usted es creyente, es una parte viva y activa de Cristo, quien actúa en este mundo por medio de sus seguidores. La Iglesia actúa como los pies del Señor Jesucristo para llevar el mensaje del evangelio; como sus manos para cuidar a los que necesitan amor; y como sus brazos para sostener a los débiles.

Pero ser un reflejo de Cristo para el mundo no es fácil: significa sacrificarnos, aceptar hacer el ridículo y amar a nuestros enemigos (He 13.16; Mt 5.44). Dios puede habernos llamado a difundir el evangelio, pero eso no significa que a la gente le vaya a gustar lo que tenemos que decir. Sin embargo, debemos llevar a cabo la obra de Dios, incluso cuando hacerlo nos resulte incómodo.

El mensaje del evangelio se difunde mediante el poder y la sabiduría de Jesucristo. Y para esta tarea, Él también ha elegido usar al cuerpo de creyentes unidos por la presencia de su Espíritu que mora en nosotros. ¡Qué honor ser utilizados para alcanzar al mundo para nuestro Salvador!

Biblia en un año: Génesis 12-15

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