Cuando usted encuentra oportunidades para servir al Señor, ¿qué hace? Dios quiere que seamos servidores dispuestos a buscar su plan para nuestra vida y a hacer lo que Él nos llame a hacer. Él dota de manera única a sus seguidores para que sirvan de acuerdo a su voluntad. Pero si ya hemos decidido que no podemos, no haremos o no estamos preparados para hacerlo, entonces estamos actuando por nuestra propia voluntad. No debemos perdernos las bendiciones que provienen de confiar en Dios.
Usted puede servir al Señor como un padre que lo ama, como alguien que comparte el evangelio con sus compañeros de trabajo, o como un amigo que escucha a los que sufren. No hay restricción en lo que Dios puede hacer con un corazón dispuesto. El poder de su Espíritu supera las limitaciones humanas. ¿No tiene usted suficiente valentía? Dios puede arreglarlo. ¿No tiene las habilidades adecuadas? Dios también puede arreglar eso.
Dejar las excusas es lo más sabio que podemos hacer para servir al Señor. Confíe en que le capacitará para llevar a cabo lo que le llame a hacer, y se asegurará de que está equipado y capacitado (2 Ti 3.16, 17; He 13.20, 21). Todo lo que Dios le pide es que diga que sí.
Biblia en un año: GÉNESIS 24-25
