Muchos conocemos la fábula de los tres cerditos que construyen una casa: una de paja, otra de palos y la última de ladrillos. Un lobo “sopla y sopla” para derribar sus casas y tiene éxito con las dos primeras. Pero la casa de ladrillos sigue en pie. ¿Le suena conocida esta historia?
Cristo enseñó el mismo principio. Dijo que un hombre construyó su casa sobre una roca, mientras que otro la edificó sobre arena (Mt 7.24-27). Bajo la lluvia y el viento, la casa sobre los cimientos sólidos estaba protegida. Pero el Señor estaba enseñando sobre la obediencia, no sobre la construcción. La vida debe construirse en la fiabilidad del evangelio si queremos resistir las tormentas que se presenten.
El proverbio de hoy dice: “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad… Escríbelas en la tabla de tu corazón” (Pr 3.3). La verdad debería ser parte de nuestra naturaleza, como respirar. He aquí cinco pasos para lograrlo:
Evaluar acciones desde el punto de vista de la verdad.
Aceptar la Biblia como la guía definitiva.
Comunicarnos con amor y compasión.
Orar por ser cada vez más veraz y humilde.
Alimentarse cada día de la Palabra de Dios.
Recuerde que la verdad deleita al Señor (Pr 12.22) y es una bendición para nosotros también.
Biblia en un año: Ezequiel 34-36
