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Lago Braies, Tirol del Sur, Italia. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Bendiciones de la obediencia

Quienes aman al Señor quieren complacerlo, y por eso aceptan lo que decida para ellos.

16 de marzo de 2025

Lucas 5.1-5

En Juan 14.15 el Señor les enseñó a sus discípulos: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Varias veces repitió la conexión entre amor y obediencia. (Véanse el Jn 14.23; 1 Jn 5.3; 2 Jn 1.6).

Obedecer la voluntad de Dios equivale a decirle: “Te amo”. Tener la visión correcta de la obediencia, es decir, que es una expresión de amor al Padre celestial, nos permite soportar cualquier dificultad. Dios derrama sus bendiciones sobre quienes lo obedecen.

Pensemos en el ejemplo de Pedro (también conocido como Simón). Cristo le pidió utilizar su barca para predicar. Habiendo estado toda la noche sin pescar nada, Pedro podría haber dado una excusa al Señor: que estaba demasiado cansado, demasiado desanimado, que había mucho que limpiar. En vez de eso, dio un paso hacia una vida de obediencia y bendición. En apariencia, prestar su barca para ayudar al Señor no parecía importante más allá del momento. Pero Dios tenía algo más en mente que el préstamo ocasional de una barca. Iba a utilizar la vida de Pedro y convertirlo en un pescador de hombres (Mt 4.19).

Dios recompensó a Pedro con el servicio en su reino. Él quiere hacer lo mismo con nosotros. ¿Cómo le está impulsando el Espíritu Santo?

BIBLIA EN UN AÑO: JUECES 10-12

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