Cada día dejamos que, o bien el mundo o bien la Palabra de Dios moldeen nuestros pensamientos. Aunque la mayoría de nosotros decimos que creemos en la Biblia, a veces nuestras acciones indican que estamos influenciados por otras cosas.
¿Adónde acude cuando necesita un consejo? Las páginas web, los blogs y los medios de comunicación ofrecen una gran cantidad de información que puede ser beneficiosa o perjudicial. Los compañeros de trabajo, los familiares y amigos también brindan consejos, pero ¿se basan en el razonamiento mundano o en la sabiduría de Dios? El mejor recurso es la Palabra de Dios, pero a menudo recurrimos a la inteligencia humana y las preferencias personales.
Hebreos 4.12 describe a la Biblia como “viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos”, y que penetra hasta lo más profundo del alma. Quienes son reacios a rendirse a su trabajo, rechazan al Señor por su negativa a escuchar y obedecer. Pero quienes están dispuestos a aceptar la reprensión, la corrección y el “alimento” sabio de la Biblia descubrirán las riquezas de una vida de fe.
Dejar que la Palabra de Dios le guíe requiere cambiar de mentalidad, actitud y conducta. Sin embargo, cualquier ajuste o disciplina que produzca piedad tiene un beneficio eterno. Y todo comienza con ir a la Biblia en busca de dirección.
Biblia en un año: Jeremías 37-40