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Del corazón del pastor

Descubra la clave para seguir a Dios con fe.

Al despedirnos del Dr. Stanley hace dos meses, perdimos a nuestro maravilloso pastor. Pero no nos afligimos como los que no tienen esperanza; de hecho, hemos estado celebrando su vida y su ministerio. Y nos sentimos honrados de continuar su legado en el futuro. Su sabiduría sigue con nosotros y se comparte en todo el mundo, de persona a persona. Y esperamos seguir ofreciéndole sus enseñanzas mes a mes. 

En la carta de este mes, veamos juntos algunos de los pensamientos del Dr. Stanley acerca de vivir conforme a la dirección de Dios. 

Seguir la guía del Señor, paso a paso —ya sea grande o pequeño— fue el enfoque central de la vida y ministerio del Dr. Charles Stanley. Y es igual de vital para nuestro caminar con Cristo. Esperamos que estas palabras le animen a vivir con gozo y obediencia al Señor.


Hermano(a), me gustaría que se tomara un momento y se preguntara qué es lo que en realidad guía su vida. 

¿Cómo actúa, qué desea y cómo toma decisiones a diario? ¿Le guía su lógica, sus sentimientos u otras personas? Todas esas motivaciones son comunes, pero no le conducirán a disfrutar de una vida espiritual sana o a crecer en la fe, ni tampoco son lo que Dios quiere para sus hijos. 

No, Dios quiere que viva según una sola cosa: la relación que usted tiene con Él, el Único que le da fuerza, claridad y guía. Si le presta atención, confía en Él y hace suya su voluntad, Él le guiará con precisión en todas las áreas de su vida. 

¿Recuerda cómo Dios sacó a los hebreos de Egipto y los condujo a la tierra prometida? Bueno, ese viaje debería haber tomado un par de semanas, pero en lugar de eso tardó 40 años. ¿Por qué? La respuesta es simple: porque no vivieron conforme a la guía de Dios. Se volvieron temerosos, rebeldes y dudosos. Por eso, una generación murió en el desierto antes de que el pueblo de Dios entrara a la tierra que se le había prometido. 

Podemos tener un resultado diferente, si mantenemos nuestros ojos en el Señor. Ahora, algo que la gente me ha preguntado a menudo a lo largo de los años es: ¿Cómo sigo a Dios? ¿Cómo conozco su voluntad? Muchos creyentes piensan que eso es un misterio, pero no lo es. 

Hay cosas que puede, de hecho, debemos hacer, para vivir conforme a la guía de Dios cada día. 

Así que, consideremos cómo seguirle el paso al Señor. 

En primer lugar, meditar en la Palabra de Dios. 

En el desierto, los hebreos no tenían la Palabra de Dios preservada y accesible. Pero nosotros sí. Más tarde, en Israel, David escribió: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal 119.105). La Palabra de Dios le asegurará llegar al lugar correcto en el momento adecuado, para cada situación que afronte en la vida. No importa por lo que esté pasando, las Sagradas Escrituras le guiarán, si las lee, se familiariza con ellas y las tiene siempre presentes. 

En segundo lugar, manténgase sensible al Espíritu Santo.

Antes de ascender al Padre, el Señor Jesucristo prometió enviar un Ayudador a sus discípulos. El Espíritu Santo vendría a morar en cada creyente: “cuando venga el Espíritu de verdad”, dijo el Señor Jesús, “él os guiará a toda la verdad” (Jn 16.13). Usted tiene a alguien viviendo en su ser que le guiará de acuerdo con la voluntad de Dios en todas las cosas. Pero es necesario prestar atención y dedicar tiempo a la oración, para ser sensible a su voz. 

Tercero, espere el tiempo de Dios. 

Este versículo siempre ha tenido un significado especial para mí: “Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera” (Is 64.4). A veces Dios nos hace esperar, no solo por su intervención, sino también por su dirección. La paciencia en la oración es fundamental si queremos escuchar lo que Dios desea revelarnos. 

Cuarto, sígalo, aunque no lo entienda.

Puede ser difícil seguir al Señor cuando no comprendemos por qué nos está guiando en una dirección en particular. Pero Dios no nos exige que entendamos su voluntad, solo que la obedezcamos, incluso cuando parezca ilógica. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Pr 3.5, 6). 

Por último, sea fuerte y valiente.

Caminar en el Espíritu de Dios requiere una profunda convicción y valor para resistir otras presiones. El mundo está lleno de influencias externas que le apartarán de la voluntad de Dios, y su propio corazón puede ser una tentación aun mayor. Decida hoy vivir según la guía de Dios, sin importar lo que Él diga o adónde lo lleve. Recuerde lo que le dijo a Josué cuando los hebreos estaban a punto de entrar a la tierra prometida: 

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Jos 1.9). Dios está con usted. Espero que hoy lo siga.


Es un privilegio para nosotros seguir compartiendo con usted palabras como estas del Dr. Stanley.

Oramos para que le inspiren a caminar con gozo junto a su Señor y Salvador este mes, obedeciéndolo y siguiendo su dirección dondequiera que vaya. Que Dios le bendiga, hasta la próxima. 

Que a Dios sea la gloria, 

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