Lloverá el día de su boda. Blaze Thomas se dio cuenta de que tenía que dar esta mala noticia a la desconocida que le había pedido ayuda. Por ser un meteorólogo aficionado en Arkansas, a menudo recibe solicitudes de información como esta. A pesar de tener solo 19 años, Thomas tiene mucho conocimiento sobre el clima inclemente y lo utiliza para ayudar a la gente. Es un ministerio poco común para un adolescente, pero Thomas siente que rastrear el clima es un llamado dado por Dios.
Fotografía Por Jacob Slaton
Cuando tenía 8 años, un tornado arrasó tanto la iglesia que su padre pastoreaba como su hogar. Felizmente, en ese momento nadie se encontraba en los edificios, pero la experiencia lo hizo consciente del sufrimiento de los demás. A los 13 años, se convirtió en radioaficionado y entabló amistad con colegas mayores y más experimentados. Con el tiempo, Thomas comenzó a utilizar programas avanzados de modelado para detectar el mal clima.
Hoy día, está tomando clases para obtener un título en meteorología y seguir utilizando el don que Dios le ha dado para ayudar. Nadie acierta el pronóstico del tiempo al ciento por ciento, afirma Thomas, incluso los expertos. Pero la mayoría de las veces, ocuparse con fidelidad de aquello para lo cual Dios nos ha hecho, impacta a las personas para bien. En cuanto a la mujer con la que Thomas habló sobre el día de su boda, llovió seis pulgadas, pero la novia caminó por el pasillo seco y segura bajo techo.