¿Qué significa ser glorificado? Si las respuestas se basaran solo en valores terrenales, podríamos esperar que el poder y la posición social fueran las únicas maneras de lograrlo. Pero cuando Cristo dice que le ha llegado la hora para ser glorificado, describe algo muy diferente: humildad, obediencia e incluso entregar su vida.
Ilustración por Abbey Lossing
Contexto
Los judíos tienen la esperanza de que el Mesías los libere de la dominación romana (Jer 23.5, 6). Entonces, cuando el Señor entra en Jerusalén para la Pascua, las multitudes que asisten al festival se congregan esperando que, si de verdad es el Mesías, obtenga la victoria. Mientras tanto, parece inevitable un enfrentamiento entre los líderes religiosos y el Señor.
Lea
Reflexione
Este pasaje muestra que Cristo es tanto humano como divino. Aunque angustiado por el sufrimiento que está a punto de enfrentar, se somete a la voluntad de Dios y prepara para consumar este acto de amor y obediencia.
La multitud espera la victoria sobre sus enemigos a través del poder divino. ¿Qué luchas están experimentando que tiñen sus expectativas? ¿De qué manera la muerte inminente y la resurrección del Señor Jesús los redime de esas dificultades de una manera más enriquecedora?
Reflexione
Observe cómo el Señor describe lo que está a punto de suceder. En lugar de decir: “Voy a ser arrestado y asesinado”, dice: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado” (Jn 12.23). No asesinado, sino glorificado. Eso suena a victoria, ¿no? El Señor parece confirmar lo que esperan: el momento, el lugar y la persona. El Mesías viene para confrontar a los violentos poderes opresores. Su reinado comienza ahora.
Pero luego Cristo se compara a sí mismo con un pequeño grano de trigo. ¿De qué sirve, por sí solo? ¿Qué puede alimentar, nutrir o salvar? Pero si ese único grano cae a tierra y muere, puede convertirse en la semilla de una nueva vida: un tallo de trigo, completo y próspero, repleto de semillas, trayendo esperanza para el futuro.
Lea de nuevo los versículos 24 y 25. Algunas de las palabras del Señor Jesús pueden haber sonado como enigmas para sus oyentes, y también para nosotros. ¿De qué manera “perder la vida” nos ayuda a guardarla?
Continuación
Del estudio Cristo aclara que para ser parte de lo que sucederá después, debemos servirle y seguirlo, incluso si eso implica un gran sacrificio.
Más adelante, mucho después de la muerte, resurrección, reunión con sus discípulos y ascensión del Señor, Pablo escribirá a los filipenses, recordándoles que los creyentes deben seguir el ejemplo de amor de Cristo. Lea Filipenses 2.5-11. ¿Cómo se convirtió la muerte humana del Señor en un acto de obediencia redentora?
En Filipenses 2.6-8, leemos acerca de la voluntad del Señor de ocupar una posición de servicio y humildad, razón por la cual Dios glorificó a Cristo (Fil 2.9, 10). ¿Qué indica esto sobre las prioridades de Dios? ¿Cómo podemos alinear mejor nuestras prioridades con las suyas?
Reflexione
Aunque angustiado, Cristo ora, diciendo: “Padre, glorifica tu nombre” (Jn 12.28).
¿De qué manera le ayuda a usted el buscar a Dios en momentos de sufrimiento y ansiedad? ¿Qué hay en esta narración que le da la seguridad de que Jesucristo nunca le abandonará?
La Biblia describe a Cristo, no como un tirano despótico sino como un siervo. Reconocer que nos salvó al entregar su vida en vez de usar la violencia o el poder, puede cambiar nuestra visión de Él, de nosotros mismos y de los demás. A medida que nuestra actitud cambia para asemejarse a la de Cristo, que también nosotros demostremos amor sacrificial.
