En el 2017, compartimos el testimonio de Tibor Miklós, un pastor húngaro invidente con pasión por alcanzar con el evangelio de Jesucristo a los discapacitados y marginados de Hungría. Nuestros informes, que incluyeron dos viajes a Budapest, nos enfrentaron cara a cara con la gran necesidad de estos húngaros, quienes no han podido leer ni escuchar las Sagradas Escrituras por sí mismos. Pero gracias a su vinculación con Ministerios En Contacto, Miklós ha atravesado el país para encontrar y ministrar a la gente, proporcionándoles la Biblia en audio y los mensajes del Dr. Stanley, con la ayuda del Mensajero.
Recientemente, nos reconectamos con Tibor Miklós en St. Louis. Algo que siempre impresiona de Tibor es su habilidad para navegar, no solo las calles y los horarios de los autobuses, sino también alinear personas dispares detrás de una visión compartida. Es un maestro en la creación de redes y alianzas fuertes. Ha logrado reunir denominaciones en Hungría bajo la Palabra de Dios, y un domingo por la mañana en St. Louis calmó un mar de niños y enseñó a una congregación de adultos la importancia de apoyarse mutuamente en las dificultades.
Rodeado por 40 niños de diferentes edades, Tibor aprovechó la curiosidad que su bastón y su ceguera despertaron entre la multitud inquieta. Al jugar con ellos, les enseñó una idea simple: con Dios, una persona discapacitada no es incapaz. La Biblia nos enseña que, a través de nuestra debilidad y no de nuestras fortalezas, Dios es glorificado.
Más tarde, en su mensaje a la iglesia en general, Tibor mostró su vulnerabilidad. “No quiero ser ciego”, afirmó. “No quiero ser diferente a los demás”; pero reconoció que, a través de su ceguera, el reino de Dios avanza. Aunque no sea fácil. “Todos los días tengo que elegir confiar en el Señor y creer en sus promesas. Esto es solo será por un tiempo, pues luego iré al cielo.
De regreso en Hungría
Desde su casa en Budapest, Tibor informa que el Mensajero de En Contacto sigue teniendo una gran demanda. No solo ha ampliado su distribución de dispositivos a Moldavia, Rumania y Ucrania, sino que continúa haciendo incursiones entre varios tipos de grupos de personas. En un hospital que se especializa en cirugías oculares, Tibor ha establecido una biblioteca de préstamos de Mensajeros para los pacientes. “Me emociona ver médicos no creyentes interesados en el Mensajero y deseosos de escuchar el evangelio”, dice. Esto le ha dado la oportunidad de compartir su historia acerca del poder salvador de Cristo y el amor que lo obliga a amar a los demás.
La visión de las redes de Tibor significa que siempre está trabajando con la iglesia local. Durante una distribución reciente de Mensajeros entre la cultura romaní de aprendizaje oral en Transilvania, Tibor se maravilló de la increíble sed de Dios que presenció. “El seguimiento es muy importante”, afirma. Cuando Tibor se va, los pastores y sus iglesias son quienes se acercan a los locales, los invitan a la iglesia y los discipulan. “Estos pastores están muy felices”, dice Tibor. “Tienen la oportunidad de evangelizar”.
Finalmente, Tibor habló de una mujer llamada Christine a quien conoció en un campamento para ciegos. En aquel entonces, le dio un Mensajero y ella regresó al campamento el otoño siguiente para compartir su testimonio. “Tiene 35 años y está completamente ciega”, dice Tibor. “Tiene problemas de audición, pero puede escuchar el Mensajero. Todo su cuerpo está lleno de tumores”. Está viviendo sola, pero habló en el campamento con una voz llena de alegría, incluso cuando temblaba de tristeza y dolor: “¿Saben qué? Soy la mujer más feliz del mundo. Y no estoy aburrida. Todo el día escucho al Mensajero”. ¡Y se lo dijo a un grupo de 150 personas! Todos lloraron. Fue muy poderoso”.
Fotografía por Ben Rollins