¡Feliz Año Nuevo!
Al comenzar el 2025, tenemos una maravillosa oportunidad de examinar nuestras vidas y proyectar una nueva mirada al futuro.
Recuerde que Dios le ama y quiere guiarle por el mejor camino. Este mes, esperamos que se tome un tiempo para preguntarle al Señor: “¿Qué quieres que haga este año?”.
A continuación, encontrará algunas ideas del Dr. Stanley para asegurarle que Dios está listo y dispuesto a responder esa pregunta.
Durante mucho tiempo, no estaba convencido de que Dios estuviera interesado en guiarme. Quizá usted se sienta identificado. No fue hasta que tuve una comprensión más profunda del interés de Dios por mí cuando me di cuenta de algo importante: podía acudir a Él para pedirle ayuda específica en cualquier cosa que me preocupara.
Piense en cómo, cuando usted era niño, acudía corriendo a un adulto con cosas que parecían grandes crisis. Para un adulto, muchos de esos “desastres” no sería una crisis en absoluto. Pero para unos padres cariñosos serían la oportunidad de ofrecer atención genuina. Se agacharían y escucharían con atención. Tomarían a su hijo en brazos y le asegurarían que todo estaría bien.
Pues bien, así es como Dios escucha sus miedos y preocupaciones. Todo aquello que le afana.
¿Por qué? Porque usted le importa a Dios.
Esa es la razón por la cual Él es la persona perfecta con la que puede hablar de su futuro. El Señor camina con usted en cada paso del camino y ha hecho muchas promesas que demuestran su atención personal.
Veamos algunas de ellas.
Dios promete guiarle.
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Sal 32.8). El Señor lo sabe todo y puede guiarle de manera perfecta. Lea la Biblia y escuche la voz del Espíritu Santo para pueda entenderla. Pídale a Dios que le muestre qué hacer en cada situación de su vida.
Dios promete escuchar las oraciones.
“Jehová está lejos de de los impíos; pero él oye la oración de los justos” (Pr 15.29). Es un privilegio increíble para nosotros. Acuda a Él con todos sus preocupaciones y confíe en que le escuchará y responderá. Pídale a Dios cada mañana que le muestre qué hacer.
El Señor promete fortalecerle.
“Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Is 41.10). En el momento de su salvación, el Espíritu Santo vino a morar en usted para siempre. Él le está capacitando ahora mismo para hacer cambios en su vida. Pablo describió nuestra cooperación de esta manera: “Para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí” (Col 1.29). Usted tiene este mismo poder obrando en usted.
Dios promete animarle.
“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús” (Ro 15.5). Él le sostiene, fortalece y anima cuando, por ejemplo, se siente incapaz de superar la tentación. La mayor fuente de su aliento es su Palabra (Ro 15.4). Por eso es tan importante que llene su mente de las Sagradas Escrituras.
Deje que su Padre celestial dirija su camino. Busque su guía para sus planes y decisiones. Si hace de su relación con Él una prioridad, estoy seguro de que Dios le dará el poder descubrir lo mejor de Él.
Usted tiene la atención íntima y personal de Dios. ¿No es asombroso?
Ahora que empieza el año 2025, haga de estos pensamientos una piedra angular. Vuelva a ellos cada vez que se sienta cansado, preguntándose si Dios le escucha. Esperamos que estas palabras le hayan recordado que Dios guiará sus pasos y velará por su vida (Sal 121).
Hasta la próxima, que Dios le bendiga.
Para la gloria de Dios,
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