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Del corazón del pastor

Si mantiene su atención en Cristo, usted también podrá alegrarse a pesar de las dificultades.

Algunas veces, cuando nos acercamos al final del año, tenemos una sensación de paz y satisfacción. Aunque, con frecuencia, nos enfrentamos a situaciones difíciles que nos ponen a prueba y nos agobian, y que pueden hacer que un año se nos haga largo e incluso estresante.

Este mes, nos gustaría compartir algunas de las palabras de ánimo del Dr. Stanley para superar los retos que ponen a prueba nuestra paciencia.


¿Se encuentra usted en medio de una situación problemática?

¿El problema dura mucho tiempo y no se ve el final? Es fácil hundirse en la desesperanza, la amargura, la ira o incluso la autocompasión, en medio de estos desafíos. Pero me gustaría asegurarle que usted no tiene que vivir estancado en sus circunstancias.

El Señor ha provisto una manera de vivir por encima de ellas.

El apóstol Pablo es un ejemplo maravilloso de cómo Dios quiere que reaccionemos en los momentos difíciles de la vida. Mientras estaba encarcelado en Roma por razones injustas, Pablo escribió una carta a los filipenses.

Incluso en esa terrible situación, Pablo pudo alegrarse porque sabía que su futuro no estaba controlado por los que le encarcelaban. Por el contrario, comprendió que Cristo controlaba su destino y gobernaba su vida. 

Y lo mismo puede decirse de usted.

El ejemplo de Pablo nos ofrece tres principios básicos para vivir por encima de nuestras circunstancias.

No aseguro que su situación vaya a mejorar si practica estos principios, pero Dios le cambiará, de modo que podrá vivir con alegría y satisfacción, aunque la prueba persista.

En primer lugar, concéntrese en el Señor, no en sus circunstancias o en el efecto que tienen en usted. 

“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Fil 4.4).

No eran palabras vacías; Pablo practicaba lo que predicaba. Ni una sola vez en su carta se lamenta de su situación, culpa a otro, se regodea en la autocompasión o expresa su ira contra Dios. Su prioridad era Cristo, no su propia comodidad. 

Si mantiene su atención en Cristo, usted también podrá alegrarse a pesar de las dificultades.

Segundo, concéntrese en el bien que Dios está haciendo a través de la situación.

“Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor” (Fil 1.12-14).

Pablo ya no podía establecer iglesias como había hecho en el pasado, pero en la cárcel tenía un público cautivo: los soldados romanos que estaban encadenados a él las veinticuatro horas del día. Cada uno oía hablar de Jesucristo y se le presentaba el evangelio. Y también, los compañeros creyentes fueron animados a proclamar a Cristo sin temor debido al ejemplo de Pablo.

¿Sabía usted que una respuesta piadosa a sus dificultades es un poderoso testimonio para el mundo que nos observa?

En lugar de obsesionarse con lo negativo, busque oportunidades para compartir el evangelio.

Agradezca a Dios que lo ha puesto en posición de demostrar la suficiencia de Cristo en medio de sus pruebas. Su respuesta piadosa es un estímulo para los demás creyentes. Ellos pueden sacar fuerzas de su ejemplo y fidelidad al Señor. 

¿Qué bien está haciendo el Señor en sus desafíos más difíciles?

A veces es difícil darse cuenta cuando se está pasando por ellas, pero la Palabra de Dios nos asegura que Él usa las pruebas para nuestro beneficio (Ro 8.28). Son las herramientas que Dios usa para lograr sus buenos propósitos en nuestra vida. Él diseña nuestras dificultades para hacernos más humildes, aumentar nuestra fe, ayudarnos a madurar espiritualmente y hacernos más como Cristo.

En tercer lugar, sométase a la voluntad de Dios. 

Pablo no sabía si lo liberarían o lo matarían en la cárcel, pero su expectativa y esperanza era que “como siempre, ahora también [sea] magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Fil 1.20, 21). Lo que Dios decidiera hacer con sus circunstancias no era la principal preocupación de Pablo. Su prioridad era exaltar a Cristo siendo fiel en cualquier situación en la que Dios le colocara.

¿Es este su deseo también? 

¿Está viendo su situación como el medio que Dios está usando para cumplir su divina voluntad en su vida? ¿Ha descubierto la alegría de someterse a Él? 

Las dificultades no tienen que destruirle. En lugar de centrarse en sus sentimientos y decepciones, mantenga sus ojos en Cristo. Él le ama y camina con usted en cada paso del camino para que pueda superar cualquier circunstancia.


Sabemos que hay pruebas que parecen no tener fin, y sabemos que puede ser difícil evitar el abatimiento, por no hablar de aferrarse a nuestra alegría. 

Sepa que estamos aquí para usted. En Contacto está comprometido con su andar de fe. Esperamos orar con usted y por usted, y proporcionarle las herramientas para recordarle todo lo que Dios le ha prometido. Usted es amado. 

Hasta la próxima, que Dios le bendiga y ¡feliz Día de Acción de Gracias!

Para la gloria de Dios,

Sus amigos de Ministerios En Contacto

P.D. Nos sentimos muy agradecidos por su apoyo incondicional. Cada día, usted hace posible que compartamos a Jesucristo con aquellos que no lo conocen y que discipulemos a creyentes en todo el mundo. Gracias por preocuparse tanto por el mundo y por nuestros hermanos en la fe.