El pueblo mapuche es el grupo indígena más numeroso de Sudamérica. Extendido por Chile y Argentina, este pueblo de más de 1,7 millones de personas ha sufrido opresión y discriminación desde que perdió su soberanía en la década de 1880.
En Temuco, Chile, en medio de la histórica Araucanía, la tierra tradicional de los mapuches, Ministerios En Contacto impartió la Conferencia Principios de Vida 2023. Joel Zaldumbide, director asociado de Alcance Global de Ministerios En Contacto, se asoció con Andrés Casanueva del ministerio Faith Comes By Hearing para planificar este evento, que coincidió con el lanzamiento de la versión más reciente de la Biblia Mapudugun y con el décimo aniversario de la traducción del Mensajero a la lengua de los mapuches.
Antes del evento, Casanueva informó a Zaldumbide de las graves divisiones existentes en el seno de la comunidad cristiana mapuche. Debido a esta polarización, y para no dar señales de parcialidad, Zaldumbide sugirió que tres líderes de cada denominación estuvieran presentes en la conferencia. Con ello quería asegurarse de que todos los asistentes se sintieran bienvenidos y apreciados. Por primera vez, se permitió que más de cincuenta líderes asistieran a la conferencia para satisfacer estas necesidades.
El primer día de la reunión, Zaldumbide fue testigo directo de la desunión, ya que las confesiones se segregaron en la sala. Podía sentir la tensión en el aire, pero algo ocurrió durante la oración de apertura. Zaldumbide abrió los ojos y vio que varios grupos se habían unido durante la oración. Después de la primera lección, los grupos se acercaron unos a otros y comenzaron a conversar.
Zaldumbide dice: “Para mí, eso era algo normal. Pero Andrés Casanueva parecía haber visto un fantasma”. Casanueva se quedó casi sin habla, pero dijo: “Joel, aquí está pasando algo”.
A medida que avanzaba la conferencia de dos días, los líderes conectaron y estrecharon lazos. Zaldumbide sintió que Dios lo movía a enfatizar partes específicas de las lecciones, momentos que no había preparado, pero que sabía que Dios usaría para tocar los corazones de los pastores.
En las semanas posteriores, Casanueva ha compartido que la reunión fue un proceso de sanidad para cada participante. Aunque los pastores recibieron Mensajeros, Biblias y tabletas de discipulado, lo que más agradecieron fue el recordatorio de que todos son uno en Cristo, unidos a Él en el amor. “Por sí solos, luchaban”, dice Zaldumbide. “Pero la conferencia fue un momento para unirse”.