Las Sagradas Escrituras están llenas de muchos ejemplos de personas —como la mujer junto al pozo, Saulo de Tarso o el ladrón en la cruz— que sentían que sus muchos pecados los colocaban fuera del alcance del amor de Dios. En este mensaje, el Dr. Stanley explica que el amor incondicional del Padre es un don gratuito, y que aceptarlo es la decisión más sabia de todas.