Dios siempre está trabajando en la vida de sus hijos. En este mensaje, el Dr. Stanley nos ayuda a aprender de la vida de Jeremías que todos somos como piezas de arcilla en las manos de un alfarero. Dios tiene el derecho de moldearnos, darnos forma e incluso quebrarnos, todo para que podamos convertirnos en un recipiente capaz de ser usado por Él.