En este mensaje, el Dr. Stanley profundiza en cuanto a uno de los mayores dones de Dios: la gracia. Debido a que el Señor Jesucristo jamás pecó, pudo ser el sacrificio perfecto por nuestros pecados. Su muerte en la cruz hizo posible que recibiéramos la gracia de Dios. ¿Qué hará usted con el don de la gracia?
Sermón de Radio
Nuestro pecado: La última interrogante II
Para tener una relación sana con el Padre celestial, es crucial aceptar su liderazgo y dirección.