Nuestro Señor soberano a menudo utiliza nuestras decepciones más profundas para prepararnos para servir a los demás y alcanzar su plan perfecto. Aunque parecía que Pablo había desperdiciado años de su vida en una cárcel romana, Dios le dio poder para escribir gran parte del Nuevo Testamento y bendecir a futuros creyentes. Obtenga una nueva perspectiva de cómo el Padre obra por medio de sus pruebas para glorificar su nombre.